El epidemiólogo y catedrático de Salud Pública Miguel Ángel Martínez-González

El epidemiólogo y catedrático de Salud Pública Miguel Ángel Martínez-González David Morales EL ESPAÑOL

Salud

Martínez-González, experto en salud pública: "Antes se leía 'El Quijote' a los 15 años, ahora no consiguen leer ni 'Los Cinco'"

"Antes se leía 'El Quijote' a los 15 años, ahora no consiguen leer ni 'Los Cinco'" / "El acceso gratuito a la pornografía en Internet debe terminar. El pago será una primera barrera para los menores" / "Que lo primero que hagamos al despertarnos sea ver el móvil es un indicio de adicción".

Más información: Patricia Gómez, psicóloga: "Regalar un móvil a un niño antes de los 12 años es un grave error"

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Durante décadas, Miguel Ángel Martínez-González ha batallado por defender el valor de la Dieta Mediterránea frente a la industria alimentaria de los ultraprocesados. Catedrático de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad de Navarra, catedrático visitante de Harvard y Premio Nacional de Investigación Gregorio Marañón, su último libro, 12 soluciones para superar los retos de las pantallas, abraza una nueva causa. El patrón, no obstante, se repite: plantar cara a las megacorporaciones que se lucran con la indefensión de los menores frente a los dispositivos, y reivindicar una relación más saludable con su familia y entorno.

De defender que 'los padres listos dan móviles tontos', ha pasado a abogar por no entregar ningún dispositivo hasta los 16 años. ¿Las familias deben aspirar a la 'desconexión' total del niño?

Yo pienso que sería mejor esperar a los 16 años incluso para dar el 'móvil tonto'. Suena un poco fuerte, pero en el libro doy razones. Estos móviles sin conexión a Internet se están vendiendo mucho más, y me hace pensar que los padres son cada más conscientes de los daños que están haciendo los smartphones. No soy el único que lo dice, afortunadamente están alzando la voz muchos catedráticos de Psicología y expertos, educadores como Ángela Sánchez Pérez que ha llevado al Congreso su recogida de firmas... O el movimiento 'adolescencia libre de móviles' que surgió en Cataluña de un grupo de madres que se reunía en un parque. 

¿Se sobreestima la necesidad de 'tener conectados' a los adolescentes? Sus propios padres a su edad salían a la calle y hacían su vida sin móvil.  

Sí. La respuesta está clara: no hay ningún estudio que demuestre que un chaval sin teléfono móvil está "desconectado" o desarrollará problemas de salud mental por este motivo. Por el contrario, hay multitud de estudios que demuestran que los teléfonos con conexión a Internet provocan daños graves para la salud a esa edad con la mejor evidencia de causalidad. Estamos hablando ya de estudios de intervención con reparto al azar.

Se equipara la exposición de los menores al móvil con la que hubo al tabaco décadas atrás. ¿La relación de causalidad con la adicción es así de fuerte?

Sí. Para el tabaquismo, por ejemplo, existe el test de Fargeström, una serie de preguntas que le haces al fumador para ver si se ha vuelto adicto. Una de ellas es: '¿Lo primero que haces por la mañana es fumarte un cigarro?'. Pues hay que preguntarle a los usuarios de móvil: '¿Lo primero que haces al despertarte es comprobar si te ha llegado una notificación o mensaje?'. La última revisión sistemática ha dado 78 escalas validadas de uso problemático del teléfono móvil, y en todas ellas hay preguntas muy similares. El DSM-5 (Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales) ya incluyó el trastorno por adicción a los videojuegos, y yo creo que el siguiente incluirá la adicción al smartphone.

El tabaquismo retrocede por primera vez gracias a la combinación de prohibición y educación. ¿Es el camino a seguir con la adicción al móvil?

En lo que se refiere a la educación, se está hablando del daño que provoca el móvil, pero los de salud pública siempre estamos en inferioridad de condiciones. No sólo no ganamos dinero al difundir nuestros mensajes, incluso lo perdemos [ríe]. Mi tema principal de investigación tiene que ver con la nutrición, la Dieta Mediterránea y el consumo de alcohol. Para escribir un libro como este he tenido que robarle muchas horas. Y enfrente tenemos a la corporación industrial de pornografía online o a las grandes plataformas tecnológicas que ganan muchísimo dinero convenciendo a los padres que quien no tiene móvil es un paria social.

Miguel Ángel Martínez-González durante la entrevista.

Miguel Ángel Martínez-González durante la entrevista. David Morales

¿Cuáles son, no obstante, las medidas efectivas y realistas que se pueden aplicar desde España?

Más allá de educar en la familia, es hora de dar un grito y exigir que los gobiernos tomen medidas de salud pública. El acceso gratuito a la pornografía en Internet debe terminar. Es demasiado fácil para un chaval de 10 años llegar directamente y sin ninguna barrera a la pornografía más dura. Esto incrusta unos códigos de conducta que llevan a que haya más violaciones, más agresiones sexuales y más depredadores sexuales en las redes. Es lo que siempre se ha hecho con las drogas: primero te lo ofrecen gratis, luego ya habrá que pagar.

El debate sobre las restricciones por ley, como la famosa Cartera Digital, ha desaparecido por completo.

Yo ya me temía al escribir el libro que fuera un brindis al sol. ¡Al final ha sido menos que eso! Pero hay otras medidas muy sencillas de Salud Pública. Se puede hacer que cualquier acceso a la pornografía sea completamente de pago. Nada de 'pruébalo 30 días gratis'. Y que la plataforma que lo incumpla reciba la multa del siglo, de 100 a 500 millones de euros. Otra medida: que cualquier contenido pornográfico en Internet tenga la extensión 'punto xxx' en lugar de una convencional como 'punto org'. Creo que la salud pública lo requiere. Lo ha dicho la propia Fiscalía, el aumento de las agresiones sexuales entre menores se debe a la exposición masiva a la pornografía.

¿Podría pensarse que el fracaso de la Cartera Digital tiene más que ver con el temor de los adultos a ver limitada su libertad de consumir a placer?

De ahí la importancia de eliminar la pornografía que sea gratuita, anónima y de libre acceso. Desde el momento en el que las cosas valen dinero, ya estás poniendo una mínima barrera al acceso de los menores. Lo de la identificación digital, que la administración pública sepa que estás usando pornografía, eso ya plantea muchos problemas de privacidad.

La generación actual ha crecido viendo a sus padres con un smartphone en la mano. ¿Somos conscientes de la paradoja de decirles a ellos que 'no'?

Por eso no es casual que la primera solución que yo propongo es la autoridad moral a base de ser ejemplar. Considero que es el primer reto educativo que tienen los padres, especialmente en algo tan importante, de lo que va a depender la felicidad, las relaciones y la sexualidad de sus hijos. Ahora mismo, el gran educador de los chavales no son ni los padres, ni los colegios, ni el Ministerio de Educación: es la corporación industrial de pornografía online. Y no educa, deseduca. 

Hemos hablado de las consecuencias psicosociales de la sobreexposición al móvil. ¿Cuáles son las secuelas neurocognitivas?

La pérdida de cociente intelectual de una generación a otra, lo que denominamos 'efecto Flynn negativo', es real. Desgraciadamente, el uso del smartphone implica exponer el cerebro a la fascinación pasiva, descartando la involucración activa. Eso lleva a que tengamos dificultades para recordar un número de teléfono. O para hacer operaciones matemáticas: yo pido a mis alumnos de segundo de Medicina que resuelvan cálculos sencillos, y cada vez les cuesta más. Ya hay datos fehacientes, con estudios de cientos de miles de participantes, donde se ve que el cociente intelectual medio de la humanidad no ha parado de reducirse desde que existen los smartphones.

El epidemiólogo y catedrático de Salud Pública Miguel Ángel Martínez-González.

El epidemiólogo y catedrático de Salud Pública Miguel Ángel Martínez-González. David Morales EL ESPAÑOL

¿Hay una morfología diferente de los cerebros de las personas que han crecido sobreexpuestas a las pantallas?

Desde el momento en el que tú delegas toda tu memoria en ese rectángulo metálico, pasas horas y horas sin ejercitar los cálculos mentales, sin hacerte una composición del lugar o generar nuevas ideas, estás simplemente exponiéndote a un espectáculo de entretenimiento pasivo durante horas. En La fábrica de cretinos digitales, Michel Desmurget explica que todo eso provoca un daño muy fuerte a nivel intelectual. Lo vemos en el hecho de que los libros de Los Cinco de Enid Blyton tengan que reeditarse con un vocabulario raso, plano, sin creatividad, porque de lo contrario los chavales no consiguen entenderlo. ¡No te quiero decir si le dan la Divina Comedia o El Quijote, que nosotros leíamos a los 15 años!

¿Sustituir el juego social de los niños por pantallas está criando analfabetos ya no solo culturales y sociales, sino también emocionales?

Sí. Pienso que las interacciones digitales tienen mucha menos riqueza emocional y de afectividad de la que puede tener una interacción persona a persona. Y efectivamente, hay estudios que demuestran que terminan siendo menos empáticos.