El médico Manuel Viso.

El médico Manuel Viso.

Salud

El médico Manuel Viso advierte sobre esta postura típica en España al sentarse: "Puede causar trombos"

Aunque pueda parecer un gesto inocente, cuando se mantiene en el tiempo puede ser responsable de problemas circulatorios. 

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J. Rodríguez
Publicada

Cruzar una pierna sobre la otra al sentarnos es un gesto que hacemos muchos sin pensar, inintencionadamente. Tampoco pensamos que pueda tener un efecto sobre nuestra postura y, mucho menos, sobre nuestro sistema cardiovascular. Sin embargo, Manuel Viso, médico especialista en Urgencias y Hematología, ha explicado en un vídeo para sus redes sociales que cruzar las piernas puede tener serias consecuencias a largo plazo.

Nos puede parecer una postura cómoda y, en realidad, si no pasamos largos períodos de tiempo en ella, no es peligrosa. Pero ¡ojo! porque cuando tenemos esta costumbre muy arraigada sí que puede producir problemas en los huesos, nervios y en nuestra circulación. "Cruzar las piernas durante largos períodos de tiempo puede causar desalineamientos de tus hombros, caderas y espalda", explica Viso en el vídeo.

"Con ello, se pueden generar dolores crónicos a nivel cervical, dorsal, lumbar o en las caderas y en la pelvis. También aumenta el riesgo de escoliosis, una desviación de la columna. En ocasiones, produce un dolor en cadera tan intenso que precisa infiltración", detalla el médico. Tal y como explica, cruzar las piernas puede desalinear la pelvis y generar una tensión desigual en la columna vertebral.

Esto podría causar molestias o dolores en la zona lumbar y, a largo plazo, afectar la postura. El experto añade que la postura de piernas cruzadas que se prolonga por mucho tiempo puede dar lugar a una ligera inclinación de la pelvis, "lo que podría contribuir al desarrollo de desequilibrios musculares o tensiones en las caderas y la zona baja de la espalda", escribe Viso en la descripción de su vídeo.

Señala también que las piernas cruzadas pueden llegar a impactar en los nervios al poder comprimir el nervio peroneo, ubicado en la parte externa de la rodilla. Como consecuencia, podríamos sentir hormigueos, entumecimientos o incluso debilidad temporal en la pierna. "¿Sabías que además puede causar trombos en la circulación venosa? Sobre todo, en personas que ya tienen predisposición", subraya Viso.

Si cruzamos las piernas se puede comprimir también la circulación sanguínea de manera temporal a la altura de las rodillas. De esta manera, se puede ralentizar el retorno venoso, explica el médico, "y, en personas propensas, contribuir a la aparición de venas varicosas, empeorar la insuficiencia venosa o, en el peor de los casos, provocar fenómenos trombóticos". De hecho, también podría aumentar de forma transitoria la tensión arterial.

"¿Por qué? Porque se dificulta la circulación y el corazón tiene que trabajar más", alerta el experto. "Aunque sea de forma temporal, estudios han demostrado que cruzar las piernas puede aumentar ligeramente la presión arterial. Esto ocurre porque la posición genera una resistencia en los vasos sanguíneos de las piernas, aunque el efecto desaparece al cambiar de postura". Por último, esta postura podría alterar también la producción de esperma.

Por esta razón, Manuel Viso recomienda que evitemos cruzar las piernas y que, si lo hacemos, cambiemos de postura frecuentemente. "Si trabajas sentado mucho tiempo, utiliza un reposapiés para favorecer la circulación. Realiza ejercicios de estiramiento y camina periódicamente para mantener una buena salud circulatoria y postural. Aunque cruzar las piernas no es peligroso por sí solo, evitar la repetición prolongada de esta postura puede prevenir molestias o complicaciones a largo plazo", destaca el médico.