La secuenciación genética del virus permite saber si ha existido alguna mutación.

La secuenciación genética del virus permite saber si ha existido alguna mutación. Reuters

Salud

El gran temor en torno a la viruela del mono: un virus que mute y ahora sea más contagioso

Una vez secuenciado el genoma de varios casos, la comparación con el virus procedente del África Occidental permitirá establecer posibles cambios.

24 mayo, 2022 01:30

Noticias relacionadas

El notable número de casos de viruela del mono que están reportando varios países, y especialmente España, hace preguntarse a los expertos la causa de que una enfermedad en principio poco transmisible haya generado en tan poco tiempo esta situación. Ninguna hipótesis es descartable, entre ellas que el virus haya mutado para favorecer el contagio entre humanos.

Este sábado, Fernando Simón apuntaba que la transmisión del virus está siendo más alta de lo esperado y, aunque la enfermedad no es de las más graves, hay que ser precavidos con una situación de riesgo "que quizás, en unos días, cambie completamente".

Hasta este lunes, el Instituto de Salud Carlos III ha confirmado 36 casos de orthopoxvirus, la familia a la que pertenece la viruela del mono. De ellos se han confirmado 20 tras la secuenciación parcial de su genoma y el resto está pendiente de los resultados.

De momento, la secuenciación de tres genomas procedentes de casos en Bélgica, Portugal y Estados Unidos ha mostrado su relación con el clado de África Occidental, el más 'benigno' de las dos principales ramas del virus, "pero todavía es demasiado pronto para poder decir si ha habido un cambio respecto a los virus que han circulado en otros momentos", explica Ángela Domínguez, catedrática de Medicina Preventiva y Salud Pública en la Universidad de Barcelona.

"Hay que contrastarlo con los virus que se tenían previamente para ver si se ha producido un cambio relevante", apunta Domínguez, que hace las veces de portavoz de la Sociedad Española de Epidemiología. "En el caso de que se detectara un cambio relevante respecto a virus que habían cirulado previamente, habría que ver si estos cambios generan una mayor transmisibilidad".

En principio, la capacidad de contagio de la viruela del mono es mucho menor que la de virus respiratorios como el SARS-CoV-2. "Se requiere una proximidad entre la persona que está enferma y la candidata". Hacen falta contacto cutáneo o transmisión de fluidos corporales o gotas respiratorias, "pero que pesan y no pueden viajar a distancia ni permanecer en el aire", como los aerosoles asociados a la gran capacidad de transmisión de la Covid.

El hecho de que la mayoría de casos se hayan dado entre hombres que mantienen sexo con otros hombres no implica que se trate una infección de transmisión sexual.

Un virus más estable

Raúl Rivas, catedrático de Microbiología de la Universidad de Salamanca, indica que la secuenciación del virus lo ha identificado con los brotes que hubo en Reino Unido e Israel en 2018 y 2019. "¿Este tipo de virus ha podido tener algún tipo de mutación que lo haga más transmisible en este momento? No lo creo. Creo que se han dado una serie de circunstancias sociales, no casuales, que han facilitado la propagación del virus, pero no creo que sea debido a una mutación".

El profesor titular de Microbiología de la Universidad Autónoma de Madrid, José Antonio López Guerrero, ya explicó a EL ESPAÑOL que los orthopoxvirus "son grandes, citoplasmáticos, no como los virus de ARN, que cada vez que se replican mutan mucho". La estabilidad genética del virus es la que ha permitido que una vacuna utilizada para un familiar más o menos cercano, la viruela humana, haya servido durante las últimas décadas como barrera protectora.

"Estos virus son tan estables que se especula que las personas que fuimos vacunadas hace 50 años con un virus de vaca contra la viruela humana podríamos tener cierta resistencia a la infección por la viruela de mono", comentaba López Guerrero que, no obstante, recordaba que "el riesgo cero no existe y puede tratarse de una evolución del virus, una adaptación, y que haya aprendido a pasar con más eficacia entre los humanos".

La Organización Mundial de la Salud afirma, de momento, que no existe evidencia de que el virus de la viruela del mono ha mutado. La jefa de la secretaría de la viruela del Programa de Emergencias de la OMS, Rosamund Lewis, ha indicado este lunes que las mutaciones en este virus son típicamente bajas, pero la secuenciación de los casos ayudará a entender el actual brote.

Lo cierto es que la epidemiología de la viruela del mono ha cambiado desde el primer caso en humanos, en 1970. Una revisión de 66 estudios e informes sobre el tema publicada hace tan solo tres meses apuntaba que los casos se habían multiplicado por 10 en las décadas posteriores al primer diagnóstico, ha pasado a prevalecer más en adultos jóvenes que en niños y la gran mayoría de casos son ahora por contagio entre personas y no transmisión desde animales, como en un principio se comprobó.

En este cambio epidemiológico tienen que ver varios factores. Adam Kucharski, de la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres explicaba en un hilo de Twitter que en los años 70 el número reproductivo –es decir, la cantidad de personas que contagia un caso– era muy bajo pero depende del número de personas susceptible de contagio.

La suspensión de la vacunación de la viruela (por haber sido erradicada) generó un aumento de las personas susceptibles. Este hecho es el que influiría la evolución de la 'víctima' preferida del virus desde niños más pequeños a adultos.

Además, no se trataría del único virus que ha encontrado nuevos nichos y evolucionado en sus características. Una prueba de ello serían los casos de brotes de ébola y zika que se han vivido en la última década. Sin embargo, el investigador concluye que el aislamiento y el rastreo de contactos pueden ser suficientes para atajar la propagación del virus símico.