Un análisis en base a los datos publicados sobre el nuevo coronavirus, SARS-CoV-2, responsable de la enfermedad respiratoria COVID-19, apunta a una duración estimada de 5,1 días como la cifra mediana del período de incubación, según el trabajo que publican investigadores de la Johns Hopkins Bloomberg School of Public Health en la revista Annals of Internal Medicine.

Esta mediana de tiempo entre el contagio hasta el momento en el que se presentan los síntomas sugieres que la cuarentena de 14 días que se ha estado empleando en la mayoría de lugares, incluida España, para las personas expuestas al coronavirus es "razonable" según los autores.

Los análisis señalan que el 97,5% de las personas que desarrollarán los síntomas asociados al COVID-19 lo harán dentro de los 11,5 días a partir del momento de exposición. Los investigadores determinaron también que por cada 10.000 pacientes que pasen 14 días en cuarentena, solo unos 101 desarrollarán los síntomas una vez superado este período.

Para llegar a estas conclusiones, los expertos analizaron 181 casos procedentes de China y de otros países en los que se detectaron casos antes del 24 de febrero, de los que informaron los medios de comunicación, y que incluían datos de fechas de exposición y de presentación de síntomas. En la mayoría de los casos se trataba de personas que habían viajado a Wuhan, el foco de la epidemia, o a Hubei, la provincia china en la que se encuentra.

El Centro de Control de Enfermedades (CDC por sus siglas en inglés) de los Estados Unidos y otras autoridades sanitarias como el Ministerio de Sanidad de España han estado optando por una cuarentena de 14 días, o monitorizando activamente a los individuos en alto riesgo de infección por haber tenido contacto con personas enfermas o por viajado a zonas de riesgo epidemiológico.

"En base a nuestro análisis de los datos a disposición del público, la recomendación actual de 14 días para un seguimiento activo o para la cuarentena es razonable, aunque se llegasen a perder algunos casos a largo plazo", valora Justin Lessler, profesor asociado de la Bloomberg School of Public Health y autor senior del estudio.

El contagio de SARS-CoV-2 se originó en diciembre de 2019 en Wuhan, una ciudad de 11 millones de habitantes en el centro del país, y ha provocado más de 100.000 casos confirmados alrededor del mundo, así como más de 3.000 muertes por la neumonía provocada por el coronavirus, según los datos de la Organización Mundial de la Salud. 

La mayoría de casos corresponden a la provincia de Hubei, pero el coronavirus ya está presente en un centenar de países y, en el caso de España, la cifra de contagiados rebasa el millar. Disponer de un tiempo estimado del período de incubación de la enfermedad más certero permitirá a los epidemiólogos calcular con mayor precisión las dinámicas del contagio, y permitirá a las autoridades sanitarias diseñar estrategias más adecuadas.

Las cuarentenas tienden a ralentizar y pueden llegar a frenar la extensión de la epidemia, incluso si algunos casos siguen activos más allá del tiempo establecido. Sin embargo, según apunta Lessler, retener a los pacientes e individuos bajo sospecha de forma a impedirles trabajar tiene costes, tanto personales como para la sociedad. Un ejemplo evidente es el mantener a profesionales sanitarios o a bomberos bajo cuarentena.

Este periodo de incubación es similar al del SARS-CoV, otro coronavirus que causó otro severo episodio epidemiológico en China y Hong Kong entre 2002 y 2004. Para el MERS-CoV, el coronavirus de Oriente Medio transmitido por camélidos, el periodo de incubación era de cinco a siete días, y su mortalidad era relativamente alta. 

Por otro lado, según precisan los investigadores, los coronavirus humanos que causan los resfriados comunes tienen un periodo de incubación que no suele superar los tres días.

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