Melania Vargas es Psicóloga Clínica experta en TCA y Directora Clínica de Identya Psiconutrición

Melania Vargas es Psicóloga Clínica experta en TCA y Directora Clínica de Identya Psiconutrición

Nutrición

Doctora Vargas, experta en nutrición: "Si tienes alguna de estas seis señales al comer en España, busca ayuda médica"

La tendencia a comer por atracones, explica la especialista, puede ser indicativa de un trastorno, pero no siempre se reconoce.

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P. Fava
Publicada

La forma en la que comemos "puede convertirse en un altavoz de las emociones, expresando conflictos y preocupaciones que a menudo se es capaz de poner en palabras", explica Melania Vargas, Psicóloga Clínica experta en TCA. En el día a día, prosigue, "se normalizan conductas como comer deprisa, picar durante el día o realizar atracones". Sin embargo, si esto va más allá de "momentos puntuales" y genera "culpa o malestar", podría ser señal de que "se necesita ayuda".

"No es necesario tener un diagnóstico de Trastorno de la Conducta Alimentaria (TCA) para tener una relación conflictiva con la comida", advierte la Directora Clínica de Identya Psiconutrición. "Una relación amor-odio con los alimentos ya es razón suficiente para buscar apoyo profesional". Pero primero hay que ser capaces de identificar qué se entiende por 'consumo por atracón'. Se trataría de la "ingesta compulsiva de alimentos en un corto período de tiempo".

El atracón, en estas circunstancias, resultará placentero para el paciente en un primer momento. "Pero pronto aparece una sensación de malestar físico y emocional", advierte Vargas. "Algunas personas describen que sienten que actúan automáticamente, como si perdieran la conexión consigo mismas. Suele estar acompañado de vergüenza y culpa". A continuación, la especialista indica seis claves que pueden ayudar a identificar si se está experimentando un atracón.

- Sensaciones: "Los primeros instantes suelen ser placenteros, pero ese placer dura poco. A medida que se sigue comiendo, aparece un gran malestar físico y emocional. Incluso se puede llegar a sentir asco o rechazo por lo que se está haciendo, sin que eso frene la ingesta".

- Velocidad: "Se experimenta una sensación de descontrol, donde se engullen los alimentos rápidamente, sin masticar ni saborear".

- Hiperactividad: "Algunas personas comen compulsivamente mientras no paran quietas, manifestando un gran nerviosismo y desconexión emocional durante el acto de comer".

- Consciencia alterada: "Durante el atracón, se puede sentir que la persona no está en control de sí misma, como un autómata que actúa sin pensar. Después del atracón, es común no recordar qué o cuánto se ha comido".

- Ocultar el atracón: "La vergüenza y el miedo a ser juzgados llevan a muchas personas a esconder estos episodios".

- Descontrol: "Esta sensación intensa durante la ingesta compulsiva es lo que diferencia un atracón de simplemente comer en exceso".

Los atracones "no surgen de la nada", prosigue la especialista. Su origen puede estar en distintos factores, como:

- Dietas restrictivas: "Cuando se priva a uno mismo de alimentos durante el día, es probable que por la tarde o noche se sienta un hambre intensa que puede llevar a una ingesta compulsiva".

- El "dietismo crónico": "La costumbre de estar siempre a dieta crea categorías de alimentos 'buenos' y 'malos'. Estas prohibiciones generan ansiedad, lo que a su vez puede desencadenar atracones al consumir esos alimentos prohibidos".

- "Saltarse la dieta": "Es común el pensamiento de 'como uno se ha saltado la dieta, no vale la pena seguir'. Esto puede provocar un episodio de ingesta descontrolada".

- Dificultades emocionales: "La comida se convierte en una vía de escape cuando se siente que no se tiene recursos para afrontar nuestras emociones. Días de cansancio o tristeza pueden llevarnos a buscar consuelo en la comida".

- Costumbre: "Al principio, los atracones podrían haber cumplido una función (escape, consuelo o premio). Con el tiempo, aunque esta razón desaparezca, el hábito persiste y se asocia a situaciones específicas, como ver la televisión".

"Este ciclo empieza con una insatisfacción corporal, lo que lleva a dietas restrictivas", prosigue Vargas. "La privación genera tensión, que desemboca en un atracón. Tras el episodio, la culpa empuja a reiniciar la dieta, perpetuando el problema".

"Los Trastornos de la Conducta Alimentaria, incluyendo los atracones de comida, deben ser tratados por profesionales especializados", concluye. "Es crucial acudir a psicólogos colegiados con experiencia en TCA, ya que poseen las herramientas necesarias para ofrecer un tratamiento adecuado y personalizado".