
El presentador Jorge Fernández y una lata de atún.
Jorge Fernández habla alto y claro sobre la enfermedad que sufrió por comer atún: "Acabó siendo mi mayor enemigo"
El conocido presentador y modelo español descubrió por casualidad los enormes problemas de salid que le estaba causando su consumo diario.
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Llevar una alimentación sana y equilibrada es una máxima que todos deberíamos respetar y seguir. Sin embargo, no siempre es fácil. A veces no basta ni con poner nuestra máxima voluntad y todo de nuestra parte, ya que aún así podemos incurrir en fallos sin sospechar que perjudican a nuestro organismo.
La mayoría de estas malas conductas se producen por desconocimiento. Por ejemplo, es muy frecuente tener algún alimento o plato en nuestra dieta que consideramos que es sano, pero que realmente es perjudicial para nuestra salud. Sin saberlo, puede estar provocando que engordemos. O incluso algo peor.
Es lo que le sucede a muchas personas con algunos pescados. Que los consideran una parte fundamental de su dieta diaria y semanal sin saber que en realidad les están empujando a sufrir algunos problemas de salud. Uno de los casos más conocidos en España fue el que sufrió Jorge Fernández, conocido sobre todo por ser el presentador del programa La Ruleta de la Suerte, espacio de Atresmedia que lleva años abrazado al éxito.
El personaje televisivo y modelo ha participado en el podcast Tengo un plan en el que ha relatado parte de su pasado, el cual estuvo marcado durante una época por los problemas de salud. Y es que Jorge Fernández contrajo la enfermedad de Lyme por culpa de la picadura de una garrapata.
Esta es una dolencia que provoca fatiga extrema, mareos y dolores articulares en otros síntomas que complican y mucho hacer una vida normal. Además, estos efectos se prolongan durante años. Gracias a un rápido diagnóstico se pudo poner remedio a la infección. Sin embargo, a raíz de este problema, Jorge Fernández descubrió que padecía otro mal que estaba provocado por el atún, una de las bases de su dieta.
La enfermedad de Jorge Fernández
La enfermedad de Lyme afectó y mucho a un Jorge Fernández que dedica buena parte de su día a día a los entrenamientos y al deporte. Por ello, no tardó en padecer los efectos y síntomas de este síndrome. Sin embargo, los médicos dieron rápidamente con su problema para intentar ponerle remedio.
A pesar de eso, Jorge seguía sintiéndose mal y por eso se sometió a más pruebas para intentar dar respuesta a lo que le estaba pasando. Y tras someterse a nuevos análisis, descubrió que padecía unos desequilibrios muy importantes. Tras varias pruebas, los médicos vieron que tenía niveles muy altos de mercurio en su cuerpo.
Fueron precisamente los galenos quienes le aconsejaron que debía revisar su dieta para descubrir la fuente de estos altos niveles de este metal. Y fue ahí cuando descubrió que las grandes cantidades de atún que consumía eran las que estaban provocando esta situación adversa. Jorge Fernández acostumbraba a comer atún casi cada día, una costumbre que había seguido durante más de 15 años. Por ello, su cuerpo había estado acumulando esta sustancia sin parar.
El origen de su problema estaba donde jamás hubiera sospechado, ya que nunca hubiera eliminado este producto de su dieta al considerarlo totalmente sano, hecho que le llevó a hacerlo base de su dieta. El atún es un pescado rico en proteínas y omega 3, fundamentales en la vida de un deportista como él. Sin embargo, lo que consideraba la gasolina de su activo ritmo diario estaba siendo el causante de convertir su organismo en un depósito de mercurio.
"Lo que me parecía sano terminó siendo mi enemigo", cuenta el presentador. El atún es un pescado que tiende a acumular el mercurio en sus tejidos fruto de la contaminación marina y este había ido a parar a su organismo. A pesar de ser un producto de alta calidad para el buen funcionamiento del corazón y del cerebro, consumido en exceso y sin cuidado puede convertirse en perjudicial.
El atún no solo tiene proteínas y ácidos grasos, también vitaminas del grupo B, selenio y minerales como el fósforo. Además, refuerza el sistema inmunitario y ayuda al metabolismo. Y está presente en muchas dietas sanas y equilibradas.
Las variedades más grandes de este pescado, como sucede con el atún rojo, suelen acumular mercurio en sus tejidos. Al ingerirlo, sobre todo en grandes cantidades o de forma regular, puede provocar intoxicaciones que afectan al sistema nervioso, causando problemas como fatiga, mareos, pérdida de memoria y daños renales.
Por esta cuestión, los expertos recomiendan consumir atún de manera moderada, alternándolo con otras fuentes de proteínas como el pollo, el huevo o las legumbres. Y si lo hacemos de manera frecuente, consumir aquel atún que no sea 'claro', ya que este suele ser una especie más lóngeva y que, por lo tanto, acumula más esta sustancia. Los colectivos vulnerables como embarazadas, niños y personas con sistemas inmunológicos vulnerables deben tener sumo cuidado e incluso sustituirlo si se puede por otros productos como la caballa.