Una de las imágenes del 'chupinazo' usadas en el estudio. Bartolo Lab, ENS de Lyon.

Una de las imágenes del 'chupinazo' usadas en el estudio. Bartolo Lab, ENS de Lyon.

Investigación

Un estudio sobre el chupinazo de San Fermín identifica cómo se mueven las mareas humanas para prevenir accidentes

Los investigadores han analizado cómo se desplazan las más de 5.000 personas que se concentran en cada edición en la plaza.

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P. Fava
Publicada

A partir de las imágenes tomadas por las cámaras de la Plaza Consistorial de Pamplona durante el chupinazo de San Fermín a lo largo de cuatro ediciones, un equipo de la Universidad de Navarra y del CNRS de Lyon (Francia) ha obtenido un modelo del movimiento de la masa humana. Según el artículo que ahora publica Nature, la teoría física de las multitudes densas se podrá aplicar para anticipar su comportamiento en tiempo real y ayudar a prevenir accidentes como las avalanchas humanas y los aplastamientos.

Los investigadores han seguido el desplazamiento de las cerca de 5.000 personas que se aglomeran en la plaza durante la celebración, determinando que se mueven de manera coordinada sin necesidad de que nadie los guíe de forma explícita. Según su análisis, cuando la densidad alcanza un umbral crítico -cerca de cuatro personas por metro cuadrado-, el gentío pasa "de un estado desordenado a un fenómeno emergente de oscilaciones colectivas", en el que "cientos de individuos se sincronizan en un vaivén de movimientos orbitales", explica Iñaki Echeverría Huarte, del departamento de Física y Matemática Aplicada de la Universidad de Navarra.

"Si hay algo que un pamplonés de nacimiento puede asegurar es que estar dentro de la Plaza del Ayuntamiento durante el chupinazo de San Fermín es lo más parecido a ser una diminuta partícula atrapada en un espacio denso, caótico y en constante movimiento", explica Echeverría Huarte en declaraciones a Science Media Centre. Más allá de la anécdota, este fenómeno se ha observado en situaciones de "peligro extremo", como la tragedia de la Love Parade en 2010 en Duisburgo, "donde los autores también han certificado la existencia de estas oscilaciones antes de la avalancha que causó la muerte de 21 personas".

Basándose en principios de mecánica de fluidos, prosigue el experto, los investigadores han construido un modelo que permite predecir cómo las oscilaciones aparecen, y cómo se puede seguir su evolución en tiempo real. "En palabras sencillas: si sabemos en qué punto una multitud deja de comportarse como un conjunto de individuos y empieza a actuar como un ente individual oscilante, podríamos identificar cuando una situación controlada puede derivar en un desastre".

"El estudio de la dinámica de multitudes no solo ayuda a entender el frenesí de los Sanfermines, sino también identificar patrones de comportamiento que pueden ser clave para anticipar y prevenir accidentes en eventos masivos. Poder monitorizar y predecir estos flujos colectivos es esencial para garantizar la seguridad y optimizar la gestión de grandes concentraciones de personas", concluye Echeverría Huarte.

"Lo que plantea el modelo es que el origen de las oscilaciones es un continuo desajuste entre la dirección en que una persona desea moverse, y la dirección en que realmente se está moviendo", apunta Claudio Hernández, investigador posdoctoral en el Instituto AMOLF (Ámsterdam, Países Bajos). "Los investigadores construyeron esta variable siguiendo una receta establecida en física, asumiendo que cada persona de la multitud es igual a la otra, y considerando que el ambiente en que se encuentran es igual en todas partes".

Así, el modelo permite predecir "la aparición de estas oscilaciones", que depende "de la cantidad de personas por metro cuadrado, con lo cual puede implementarse un margen de seguridad para evitar su presencia". El artículo sugiere también que las oscilaciones en sistemas cerrados dependen de la geometría de los bordes. "Por lo tanto, podría estudiarse el diseño de espacios que disipen oscilaciones indeseadas, minimizando así el riesgo de accidentes por aplastamiento".