La corriente de hielo Rutford es un glaciar aparentemente típico de la estepa antártica. Se encuentra situado al este de los Montes Ellsworth, a unos 2000 kilómetros de distancia de la base científica Juan Carlos I. Este glaciar ocupa una superficie de 49,000 kilómetros cuadrados y los científicos lo han rastreado desde hace casi más de dos décadas. Pero Rutford cobró una importancia capital desde que Nature desvelase que la Antártida ha perdido más de tres mil millones de toneladas de hielo desde el año 1992.

Las capas de hielo en los círculos polares son diferentes en su composición. El casquete helado del Ártico está compuesto por agua marina: se forma por la congelación debido a las bajas temperaturas y en su gran mayoría flota sobre el Océano Ártico. Su espesor, por tanto, difiere mucho del Polo Sur, donde el hielo es glaciar. Por ello se categorizó a la Antártida como un continente desde sus primeras exploraciones a principios del siglo XX. Su masa helada alcanza los 13 millones de kilómetros cuadrados, casi 27 veces la superficie de España. 

Debido a esta diferencia geológica, los científicos tratan de comprender cómo influye el cambio climático respecto al aceleramiento del deshielo en ambos polos. La British Antarctic Society, una institución nacional del Reino Unido con cinco bases científicas y casi medio millar de empleados, se ha basado en el glaciar Rutford para estudiar las dinámicas del hielo antártico.

La organización estatal, en colaboración con numerosas instituciones universitarias de Reino Unido, ha explicado en este comunicado cómo va a enfocar el futuro estudio. Necesitan, en primer lugar, comprender cómo se ha comportado la capa helada de Antártida occidental, para posteriormente analizar las corrientes marinas que podrían estar drenando su superficie.

El 8 de enero, los científicos británicos excavaron un hoyo de más de 2 kilómetros de profundidad para alcanzar la base helada de Rutford. El deshielo de la capa superficial duró algo menos de tres días. Durante la operación se tomaron medidas de la temperatura del hielo y la presión para comprobar cuánto hielo ha desaparecido, y a qué velocidad. La excavación no es una medida temporal. Los científicos planean estudiar durante los próximos tres años la base helada y realizar más socavones. El pasado 22 de enero se excavó un segundo agujero.

La Antártida vive en estos momentos una carrera científica por desentrañar los secretos de su capa helada. Nature publicaba el pasado 12 de diciembre que la Fundación Nacional para la Ciencia de Estados Unidos había financiado un proyecto para analizar la biodiversidad en un entorno ciertamente inóspito para la vida. Los norteamericanos planeaban excavar alrededor de un kilómetro de la capa helada del lago Mercer durante el día de Navidad.

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