Luisa, residente en la urbanización de Balcón del Tajo de Colmenar de Oreja (Madrid), y su hija Eva, son las últimas víctimas mortales por un ataque de perros en España. Los animales eran propiedad de la madre, que fue atacada y descuartizada a dentelladas. Cuando la segunda mujer accedió a la vivienda preocupada porque no le cogían el teléfono, recibió un mordisco en el cuello que le causó la muerte.

Ambas eran grandes amantes de los animales, y defendían en sus redes sociales que no se "criminalizara" a determinadas razas de perros, las incluidas en las leyes que determinan cuáles son Potencialmente Peligrosas. Los canes involucrados en el ataque son dogos de Burdeos, una raza también involucrada en el ataque de hace un año en Pontevedra pero que no está considerada peligrosa a nivel nacional.

"El Real Decreto establece ocho razas, pero cada comunidad y cada ayuntamiento tiene sus propios listados. Es un absurdo total"- denuncia Elena Repullo, veterinaria y responsable de la sección de control de poblaciones y animales potencialmente peligrosos del Ayuntamiento de Madrid.

Lugar en Colmenar de Oreja donde una mujer y su hija han muerto atacadas por sus perros.

El Real Decreto 287/2002 de 22 de Marzo desarrolló la regulación para la tenencia de Perros Potencialmente Peligrosos al calor de un caso mediático, la muerte del pequeño Francisco Miguel H. V. en Palma de Mallorca. "Se hizo de cara a la galería. No se hizo ni un sólo estudio riguroso: ni del número de agresiones, ni sobre los ejemplares agresores, sus circunstancias o las víctimas".

La ley no ha servido para atajar los ataques de perros, lamenta la funcionaria. "Solo ha incrementado la inseguridad de los dueños y la de quienes tienen que aplicar la normativa". Y en cualquier caso, no están pensadas para proteger al dueño. "Puedes tener veinte licencias y eso no te servirá de nada si el perro es agresivo. ¿Qué vas a hacer, tenerlo en bozal todo el día? Eso es maltrato animal".

La experta lamenta las opiniones reduccionistas que culpan por un lado "a las razas que se consideran peligrosas" y del otro a "los dueños" que los educan mal. "El comportamiento animal es una ciencia, pero esto está lleno de cuñaos que opinan sobre el tema"- suspira. "Se trata de un problema multifactorial, que puede originarse de muchas maneras".

Luisa y su hija Eva, devoradas por sus perros, defendían no criminalizar las razas peligrosas

Un perro no tiene por qué haber sufrido malos tratos para volverse agresivo, explica: si ha crecido en un "gran jardín, en su caseta" con "escasa socialización" con el ser humano, puede interpretar un gesto como una regañina o una invasión de su territorio como una agresión y atacar "por miedo".

Hay otros factores involucrados: de origen patológico, como una encefalitis o un tumor cerebral que puede volver al animal violento, o incluso su genética, si desciende de padres agresivos según explicaba la Asociación de Veterinarios Abolicionistas de la Tauromaquia y del Maltrato Animal (AVATMA) a EL ESPAÑOL.

En cualquier caso, la Ley solo se hizo para "cumplir el expediente", no ataja el problema en su origen y crea "una falsa sensación de seguridad", sentencia Repullo. "Te pongo un ejemplo: el dóberman es Raza Peligrosa en Majadahonda. Conozco a unos dueños que tienen que coger el coche y sacarlo a pasear en el municipio de al lado, Las Rozas".

Noticias relacionadas