Dos años de lactancia: así cuidan las elefantas a sus retoños

La elefanta tiene el período más largo de gestación de los mamíferos: nada menos que 22 meses. Tras este tiempo, la cría nace muy desarrollada, con un peso de unos 100 kilogramos y un metro de altura. Los embarazos de gemelos no son habituales.

A pesar de su apariencia fuerte, estos retoños son muy vulnerables porque nacen ciegos y se convierten en un blanco fácil para cualquier depredador. Para evitar dejar pistas y que otros animales les ataquen, las elefantas se comen la placenta en la que estaba su cría.

Resulta llamativo que solo unos minutos después de nacer, los pequeños paquidermos ya sean capaces de sostenerse de pie sin ayuda y, en cuestión de dos horas, ya empiezan a caminar.

El papel de la manada es clave para que salgan adelante. Cuando la madre sale a buscar alimento, otras hembras del clan cuidan de la cría, que se alimentará exclusivamente de leche materna hasta los seis meses de edad.

Durante este tiempo, consumirá alrededor de 10 litros diarios de leche, muy rica en grasas y proteínas –tiene hasta 100 veces más proteínas que la leche de vaca–.

Las crías de elefante siempre van un paso por detrás de sus madres Laura Chaparro Parque Masai Mara (Kenia)

La manada adapta su ritmo

Cumplidos entre cuatro y seis meses, el pequeño elefante utilizará su trompa para recoger pastos y hojas que complementen su dieta.

En este primer año de vida, la manada caminará más despacio, adaptándose al paso de la cría, que siempre caminará detrás de la madre, enroscando su pequeña trompa en la cola de esta.

El destete total no llegará hasta que el animal cumpla los dos años y pese ya unos 900 kilogramos. En ese momento, probablemente tenga que compartir la leche con otro hermano, pues las elefantas suelen tener hasta doce crías a lo largo de su período fértil.