El año 2017 ha sido el segundo año más caluroso desde que se empezaron a registrar las temperaturas en la década de 1880, según ha anunciado este jueves Naciones Unidas. Se sitúa sólo por detrás de 2016, un año especialmente cálido, en el que las temperaturas fueron 1.2 grados más altas que en la época preindustrial, algo que los expertos atribuyeron al fenómeno natural El Niño. 

Sin embargo, el año pasado no había Niño que justificara los altos termómetros y, aún así, las temperaturas fueron 1.1 grados más altas que en la época preindustrial. De hecho, sí se registró otro fenómeno, La Niña, que tiene el efecto contrario de enfriar las temperaturas. Pero no sirvió de nada, ya que se registraron los mismos datos que en 2015, que puede compartir el dudoso honor de ser segundo año más cálido de la historia postregistros. 

2017, el segundo año más cálido desde que hay registros

La situación es especialmente dramática por la ausencia de este fenómeno natural, según la Organización Meteorológica Mundial (OMM). "Cuando hasta los años 'más fríos' están reescribiendo el libro de récords de temperaturas, sabemos que tenemos un problema", dijo el investigador de la Universidad de Edimburgo y experto en manejo de carbón David Reay. 

La OMM destacó que lo importante no es qué año fue el más caluroso, sino la tendencia al alza a largo plazo del calentamiento global. "Diecisiete de los dieciocho años más calurosos de los que se tienen registro han sido durante este siglo, y el grado del calentamiento durante los últimos tres años ha sido excepcional", aseguró el director general de la OMM, Petteri Taalas.



"El calor en el Ártico ha sido especialmente notable y esto tendrá repercusiones profundas y a largo plazo en los niveles del mar, y en los patrones climáticos en otros lugares del mundo", agregó.

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