Del mismo modo que ocurre en las mejores familias de humanos, algo similar sucede entre especies animales que, a pesar de estar emparentadas, apenas se parecen físicamente. Es el caso del panda gigante y el panda rojo, aunque en realidad su falta de parecido es más que lógica si se tiene en cuenta que no hay ninguna relación familiar entre ellos más allá de su nombre.
En tiempos pasados el panda rojo se clasificó dentro de la familia de los mapaches o de los osos panda, pero finalmente se ha calificado como la única especie del género Ailurus y la familia Ailuridae.
Típico de las regiones montañosas del Himalaya, Bután, el Sur de China Nepal y Birmania, suele vivir en bosques templados húmedos, especialmente en los que predomina el crecimiento del bambú.
Se considera una especie en peligro de extinción, especialmente desde hace un tiempo, desde que su población empezó a disminuir notablemente a causa de la destrucción de su hábitat y la caza por parte de furtivos.
Casi vegetariano
En lo referente a la alimentación el panda rojo podría compararse con los seres humanos vegetarianos; pues, si bien se considera técnicamente carnívoro, en realidad es muy raro verlos comer carne. De hecho, la inmensa mayoría de su dieta consta de tallos de bambú, frutas y flores.
Mejor con sacarina, por favor
Otro dato muy curioso de la dieta de los pandas rojos es su entusiasmo hacia el sabor de los edulcorantes.
Esto se deduce de un estudio de 2009, en el que un equipo de científicos del Monell Chemical Senses Center lo identificó como el único animal no primate capaz de degustar edulcorantes como el aspartamo, llegando a incluso a preferirlo por encima del azúcar.
Whaaaaa
Otra peculiaridad del panda rojo es su forma de comunicarse, ya que lo hace a través de una especie de sílaba que pronuncia especialmente en tiempos de apareamiento.
Dicha sílaba le valió su nombre anterior en tiempos pasados: wha. Desde luego, si hubiese conservado ese nombre no habría tantas dudas en torno a su parentesco con el oso panda.
La confusión de Firefox
El panda rojo está rodeado de confusiones, no sólo en lo que a su familia respecta, sino también en el origen del navegador de internet al que le da nombre.
Y es que su nombre en inglés, Firefox, sirvió para bautizar al famoso navegador de Mozilla, en cuyo logotipo en realidad aparece un zorro rojo.
Al parecer dicha confusión proviene de un término chino, que sirve para nombrar a ambas especies, aunque algunas fuentes aseguran que dicho término sólo hace referencia al navegador y no a ningún animal. El motivo no está claro, pero si algo lo está es que el panda rojo es un animal de lo más curioso y que vale la pena seguir aprendiendo cosas sobre él. Si el deterioro de su población lo permite.