Dicen que el tamaño del pene no importa, pero parece ser que en el caso de los patos sí que tiene cierta relevancia.

Al menos eso es lo que se deduce de un estudio publicado recientemente en The Auk: Ornitohological Advances, en el que se demuestra cómo el miembro de los patos que deben competir por la hembra con un mayor número de machos crece mucho más que el de aquellos que no compiten.

El desaparecido pene de las aves

Los patos forman parte del selecto 3% de aves que evolutivamente han conservado el pene en su aparato reproductor. Según cuenta el bioquímico Pere Estupinya en su libro S=EX2, la mayoría de aves se reproducen a través de la cloaca, un orificio presente en ambos sexos que posee a la vez fines excretores y reproductores.

Así, el macho puede colocarse sobre la hembra y, una vez que ésta abre la cloaca, dejar caer desde la suya unas gotitas de semen, suficientes para conseguir la fecundación.

Aunque no está del todo clara la razón de esta pérdida del pene, existen cuatro hipótesis al respecto: una disminución del peso del animal de cara a facilitar el vuelo, una pérdida casual, una forma de evitar las infecciones derivadas del sexo por contacto o un “truco” para que las hembras puedan evitar ser forzadas.

La hipótesis más aceptada hasta el momento es esta última, ya que las hembras invierten mucha energía en la reproducción, de modo que es muy importante que puedan tener una participación plena en la elección del macho que las fecunda.

Un afortunado 3%

A pesar de todo, las aves acuáticas, entre las que destacan los patos, no podrían reproducirse a través de la cloaca, ya que el semen podría perderse fácilmente en el agua.

Además, las hembras a menudo tienen unas laberínticas vaginas en forma de espiral que requieren un pene totalmente adaptado a ellas para que los espermatozoides puedan llegar a su destino.

Pero eso no es todo, pues el miembro viril de los patos es bastante más práctico que el de los seres humano y, aunque a veces puede crecer hasta alcanzar un tamaño mayor que el del propio pato, sólo lo  hace cuando lo necesita, en época reproductiva. Eficiencia pura.

Crecimiento por competencia

Aunque todo esto ya se sabía, un equipo de investigadores dirigido por Patricia Brennan, profesora del Mount Holyoke College (Massachusetts), ha aportado recientemente nuevos datos al demostrar que el pene de los patos no sólo se adapta a la morfología de la hembra, sino que también se modula en función de los machos con los que compiten por ella.

Para llegar a esta conclusión llevaron a cabo un estudio en el que participaron dos especies de patos: el pato zambullidor (Oxyura jamaicensis), bastante bien dotado,  y el porrón bola (Aythya affinis), con un miembro más pequeño.

Además del tamaño de sus penes, ambos patos se diferencia en su forma de relacionarse con la hembra, ya que el primero es más promiscuo y tiende a forzar el acto sexual, mientras que el segundo crea enlaces estacionales con una sola pata.

Una vez seleccionadas las dos especies, ambas se dividieron en dos grupos: uno en el que había muchos machos para un número reducido de hembras y otro en el que un solo macho se emparejaba con una sola hembra. Por lo tanto, quedaban cuatro grupos, dos por cada especie.

Una vez analizado el crecimiento del pene de ambos patos, se comprobó que en el caso del porrón bola, que busca una hembra para una temporada completa, el pene se hacía claramente más grande en los patos que tenían que competir con otros machos, mientras que en los que se unían a una sola hembra mostraba un tamaño más reducido.

En cambio, el caso del pato zambullidor fue más complejo, ya que la madurez sexual se produjo de una forma escalonada; de modo que, al no madurar todos los patos a la vez, todos tenían oportunidad de participar en la reproducción.

Por lo tanto, se concluye que, efectivamente, el pene de los patos se modula en función del ambiente en el que se encuentran y de su forma de establecer relaciones, dando lugar a variaciones intraespecíficas. Y es que, ya que forman parte del selecto 3% de las aves que aún tienen pene, ¿qué menos que saber usarlo correctamente?

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