El río Pisuerga lleva los últimos días pasando por Valladolid con un aspecto turbio, con el cauce afectado por la crecía de afluentes como el Arlanza y las persistentes lluvias de los últimos días, lo que ha provocado que alcance su nivel más alto de los últimos meses. Sin embargo, según han apuntado desde la Confederación Hidrográfica del Duero a Noticias Castilla y León, esta crecida del río está lejos del nivel de alerta y aún más del de alarma.

Este martes el caudal del río a su paso por la ciudad ha descendido con respecto al lunes, cuando alcanzó su nivel más alto en varios meses. El punto álgido del río superó los 340 metros por segundo el lunes, pero hoy ha descendido a 280 metros cúbicos por segundo. Las dos son cifras muy lejos de los niveles preocupantes, ya que el nivel de alerta se considera entre 500 y 600 metros cúbicos por segundo, y el de alarma cuando la cifra ronda el millar.

Los muros junto al río tanto en las Moreras como en la Rosaleda muestran que el río aún tendría que subir varios metros para generar problemas a su paso por Valladolid. El aumento del caudal también se debe a que la subida de las temperaturas está iniciando el deshielo en algunas zonas.

Embalses

Desde la CHD han destacado el importante nivel que están alcanzando los embalses de la cuenca del Duero, que ya se sitúan al 59 por ciento de su capacidad, lo que supone un uno por ciento más que en las mismas fechas de 2017.

Además, el pasado año no nevó, por lo que ese puede ser otro aspecto beneficioso ya que el agua acumulada en hielo y nieve acabará en gran parte en los embalses con el paso de los meses.