¿Quién dijo que el amor romántico había muerto? ¿Y quién dijo que las escenas de las telenovelas nunca pueden hacerse realidad? En Zamora hay una joven pareja que ha dejado claro que se puede y con media ciudad como testigo.

Álvaro Gacho (30 años) y Miriam Rodríguez (25 años) se han convertido en la pareja más conocida de Zamora en los últimos días. Ambos protagonizaban el pasado domingo 28 una pedida de mano tan emotiva y especial, que los zamoranos no se han podido resistir a compartir masivamente a través de las redes sociales. 

Con la Puerta del Obispo de la Catedral como escenario, estos jóvenes zamoranos han sellado su amor, ante los ojos de todos los asistentes a la ruta teatralizada sobre el Cerco de Zamora, que ofrecía el grupo de teatro Natus y Juan de la Enzina. Y es que fue precisamente al terminar este espectáculo, cuando el público pudo vivir en directo como se hacía historia, en este caso, una historia de amor.

Miriam y Álvaro son aficionados a las telenovelas de Netflix. Precisamente acaban de terminar una de las más populares de la plataforma. Jane the virgin. Y resulta que en esta popular serie venezolana se suelen dar pedidas de manos, a lo grande, con mucho público. Algo que emocionaba a Miriam cada vez que lo veía. Y como se suele decir, Álvaro 'se quedó con la copla'. Pero necesitaba encontrar el momento adecuado.

Y esa oportunidad se le presentó con las rutas teatralizadas con motivo del 950 aniversario del Cerco de Zamora. La pareja ya había asistido al primer pase de esta ruta teatralizada, el pasado 12 de agosto. Y fue en el viaje previo a asistir al evento que Álvaro tuvo la gran idea: aprovechando la amistad que mantiene con varios miembros del grupo Natus, pidió su ayuda para montar una pedida de mano al nivel del culebrón venezolano. Además, este enamorado creyó que, siendo ambos de Zamora, unir la historia de su ciudad con la de su propio amor "era una buena idea". 

Un 'sí quiero' para toda Zamora

Así, Álvaro y Vladímir, maestro de ceremonias de las rutas teatralizadas y miembro de Natus, urdieron el plan de la pedida de mano. El actor hizo subir a Álvaro al escenario tras acabar la obra, mientras ingeniosamente aseguraba que si los presentes habían acudido a la ruta para conocer la historia, lo que venía a continuación también "iba a quedar escrito para siempre en la historia de Zamora".

Cuando Álvaro subió al escenario, Miriam asegura que se quedó pensando "que iba a contar algo de su libro, que ha publicado hace poco". Pero cuando Vladímir le pidió que también subiera al escenario, "me quedé blanca y muy sorprendida, porque pensé que querían que yo hablara también del libro". Pero cuando Álvaro echó mano a su bolsillo, "ya comprendí lo que iba a pasar". 

En ese momento, y ante un público "tan sorprendido" como Miriam, Álvaro alzó la voz y recitó para todos los asistentes: "Buenas noches a todos los presentes, a los zamoranos y tan ilustres figuras que en esta noche mágica nos acompañan. En esta noche, en esta noche de antaño recordada, quisiera hacer una promesa impulsada por el valor y que ha alimentado mi corazón de tan noble justa. Y para ello, quisiera que subiera mi amada. Miriam, ante todos los presentes, con la bendición de Doña Urraca, del rey Sancho. de sus espadas juramentadas, delante del mismísimo Campeador, de Bellido Dolfos, te pregunto y que todos los presentes sean testigos de tu respuesta, si con amor y con libertad ¿Te quieres casar conmigo?".

Por supuesto el joven recibió un 'sí' de su amada. Y en ese momento, el público zamorano estalló en "aplausos y gritos". Un momento que, reconocen, fue "muy emocionante y emotivo para ambos". La pareja confiesa que siempre habían querido una pedida de mano "que guardar para el recuerdo, quizá con una sesión de fotos o en algún sitio especial". Pero sin duda esto ha superado cualquiera de esas ideas y queda para la historia colectiva. 

Tras el momento en el escenario, la pareja comenzó a recibir "abrazos y besos de todo el mundo, amigos llorando y felicitaciones por todas partes". Se habían hecho con el protagonismo de la noche y el bonito momento había quedado plasmado en decenas de teléfonos móviles, que comenzaron a compartirlo.

"Mis padres no estaban en la plaza y me empezaron a llamar enseguida porque no sabían nada", relata Miriam. Tampoco los padres de Álvaro, que sabían de la intención de pedirle matrimonio a su novia, pero no los detalles de la sorpresa. Y sorpresa fue también para el hermano de Miriam, Antonio que "por casualidad" también se encontraba en la ruta teatralizada y se enteró en directo de que su hermana pequeña se casaba. 

La boda

Álvaro y Miriam llevan cinco años juntos, y en ese tiempo, han hablado de cómo quieren que sea su boda. Ambos son religiosos por lo que tienen claro que será por la iglesia. Si bien aún no tienen decidido el templo, sí tienen claro que será "en alguno de los de la capital", y previsiblemente para agosto de 2024. Porque es sabido que planear una boda lleva mucho tiempo y paciencia.

Por supuesto, Vladímir tendrá un sitio en este enlace, por orquestar esta preciosa pedida de mano. "Y también tengo pendiente pagarle una cena", explica Álvaro. Un enlace en el que les acompañarán también "nuestros amigos y familia".