El senador Javier Faúndez y la procuradora en las Cortes de Castilla y León, Isabel Blanco Llamas, han presentado esta mañana el Plan Estatal de Vivienda 2018-2021, del que han destacado que es un plan destinado a “satisfacer las necesidades reales de las personas”.

Faúndez ha explicado que este Plan de Vivienda se desarrolla a través de tres ejes: el fomento del alquiler, la rehabilitación y la compra, y la regeneración rural y urbana, con el Gobierno Central y las comunidades autónomas como actores principales.

Los populares han resaltado que ha sido un plan “muy consensuado, participativo y con marcado carácter social, habiendo escuchado a todos los agentes implicados” y recogiendo el 80% de las sugerencias hechas en el borrador definitivo que cuenta con 1.443 millones de euros para los próximos cuatro años, de los cuales unos 102 millones serán para Castilla y León.

Entre las principales características, han destacado el incremento en un 62,5% de la cuantía con respecto al anterior plan y la cofinanciación de las comunidades autónomas, que van a tener que implementar en al menos un 30% en la parte del Plan Nacional que tienen asignada.

El Plan generará a lo largo de los próximos años, de manera directa 64.000 empleos a nivel nacional y unos 2.170 en Castilla y León, donde se otorgarán unas 44.000 ayudas.

La principales novedades serán la retroactividad a 1 de enero una vez activo el plan, y que por primera vez se atiende de manera directa al medio rural para intentar frenar la despoblación.

En concreto habrá ayudas para jóvenes en materia de rehabilitación en el medio rural y se ha incrementado la edad de viviendas para su rehabilitación. En materia de compra de vivienda, habrá ayudas de un máximo de 10.000 euros para jóvenes en poblaciones de menos de 5.000 habitantes.

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