
El acusado, David Maroto, durante el juicio en la Audiencia de Valladolid ICAL
Condenado a prisión permanente revisable por el asesinato de Paloma y la pequeña India en Valladolid
El asesinato con alevosía de la niña, de tan solo ocho años, con el agravante de parentesco, ha justificado la condena para David Maroto.
Más información: El jurado declara culpable a David Maroto de los asesinatos de Paloma e India en Valladolid
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La Audiencia de Valladolid ha condenado este viernes a 25 años de cárcel y a prisión permanente revisable a David Maroto, el hombre al que un jurado popular halló culpable de matar a su pareja, Paloma, y a la hija de esta, India, de ocho años, en enero de 2023, según ha informado el Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León.
El magistrado ha concretado de este modo la pena de prisión, después de que el tribunal popular emitiera un veredicto de culpabilidad tras el juicio celebrado el pasado mes de diciembre.
El magistrado ha impuesto al acusado 25 años de cárcel por el asesinato con alevosía y ensañamiento de su compañera sentimental. Ha apreciado el agravante de parentesco y de actuar por razones de género y, por el asesinato con alevosía de la niña, con el agravante de parentesco, le ha condenado a prisión permanente revisable.
Decisión del jurado
El jurado popular declaró el pasado 19 de diciembre culpable del doble crimen de Paloma y su hija India en Valladolid en enero de 2023 al acusado David Maroto.
El jurado consideró que Maroto cometió los crímenes sin tener afectadas sus condiciones mentales por las drogas o el alcohol y también señaló que los mismos se cometieron con alevosía, en el caso de ambos crímenes, y con ensañamiento, en el caso de Paloma.
La declaración como culpable del acusado llegó solo seis días después de la tensa tercera sesión del juicio en la que el padre de la niña se abalanzó contra el acusado y el juez tuvo que interrumpir la sesión.
Un intento de agresión que se produjo en el momento en que los forenses explicaron las heridas que había sufrido la pequeña India y después de mostrarse el cuchillo con el que se cometió el crimen.
Los hechos
Según el jurado, quedó probado que desde el verano de 2022 el acusado mantenía una relación sentimental con Paloma, con la que comenzó a convivir en el domicilio de esta del Paseo de Zorrilla, en el que también residía India.
En el momento de los hechos no constaba denuncia previa de la víctima por violencia de género, aunque sí antecedentes del agresor por este motivo, que databan de 2017, con una relación anterior.
En la fatídica madrugada, sobre las 0:17 horas, el acusado regresó al domicilio familiar. Dado que se había dejado olvidadas sus llaves, realizó varias llamadas al móvil de Paloma sin obtener respuesta, por lo que después llamó insistentemente al interfono y después al timbre de la vivienda, hasta que la víctima le abrió la puerta.
Una vez dentro del piso y después de consumir varios refrescos, se inició una fuerte discusión con su compañera sentimental por motivos no determinados.
Durante la discusión, el acusado cogió de la cocina un cuchillo de grandes dimensiones y, de forma sorpresiva, comenzó a asestarle múltiples puñaladas. Paloma intentó salir de la cocina, pero el acusado se lo impidió y la acorraló en una esquina.
Además de múltiples puñaladas, Paloma también sufrió heridas incisas de defensa en las manos y antebrazos al intentar cubrirse, así como lesiones por presión en los labios con las que el asesino intentó acallar sus gritos.
Entonces, sobre las 1:30 horas, David Maroto envió un mensaje de Whatsapp a su exmujer diciéndole: "La culpa es tuya. Esta es la consecuencia". India se despertó y, al ver la escena de la cocina, corrió por el pasillo hasta el dormitorio principal, para coger un teléfono móvil desde el que, a las 1.35 horas, llamó siete segundos al 112.
Al ver a la niña con el móvil, el acusado se lo arrebató cuando todavía estaba conectado al 112 y, a continuación, también acuchilló a la menor con otro arma diferente al utilizado sobre la madre.
Tras las dos agresiones mortales y ante la rellamada que realizaron desde el 112, el acusado lanzó el teléfono que había arrebatado a India por la ventana, cayendo al patio de luces del edificio.
A continuación, y después de llamar por teléfono a un familiar y confesar que había matado a su pareja y a India, sobre las tres de la madrugada, se tumbó en el suelo y se autoinfligió unas pequeñas heridas en el tórax y cuello meramente superficiales. Finalmente, Maroto ha sido condenado a prisión permanente revisable.