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Valladolid

Educación, participación y ecología centran los proyectos para la Ciudad Imaginada

24 octubre, 2018 21:50

La Ciudad Imaginada, que celebrará su segunda edición en Valladolid los días 23, 24, 25 y 30 de noviembre y el 1 y 2 de diciembre, ha seleccionado cinco proyectos de entre las 46 propuestas recibidas. El laboratorio ciudadano, una de las tres líneas de actuación de este año, coordinado por Medialab-Prado, estará formado por cinco grupos de trabajo que desarrollarán estas ideas, que parten de vecinos de la ciudad con el objetivo de mejorar la vida en común.

El comité de selección ha estado integrado por representantes de la organización de La Ciudad Imaginada, Medialab Prado, la Junta de Castilla y León, la Federación de Vecinos Antonio Machado y la Federación Provincial de Asociaciones de Vecinos y Consumidores Conde Ansúrez.

El promotor del proyecto, 10 colaboradores y un equipo de mediadores, facilitadores y mentores conformarán un equipo para cada idea. Todos ellos trabajarán durante los dos fines de semana de La Ciudad Imaginada en el Laboratorio de las Artes de Valladolid (LAVA). Hasta el 22 de noviembre está abierta la inscripción para formar parte de los distintos grupos a través de la página Web del evento, www.laciudadimaginada.es. Para dar a conocer mejor a los ciudadanos los proyectos seleccionados, el martes 30 de octubre a las 18.00 horas tendrá lugar una presentación pública en el LAVA.

Durante la celebración de la segunda edición de La Ciudad Imaginada, el sábado 1 de diciembre a las 20.00 horas se programará un Open Mic. En él podrán participar todos aquellos que hayan presentado alguna de las 46 ideas recibidas, de gran relevancia para la mejora de la vida en Valladolid, para ponerlas en común con los ciudadanos presentes.

La presentación pública de los cinco proyectos tras el trabajo realizado durante el laboratorio ciudadano tendrá lugar en el LAVA el domingo 2 de diciembre. A partir de ese momento la Escuela de Negocios de la Cámara de Comercio de Valladolid ofrecerá a los grupos asesoramiento en marketing, viabilidad y economía circular para la puesta en marcha de los proyectos. Esta ayuda partirá de expertos y especialistas avalados por los más de 25 años de experiencia de la primera escuela de Castilla y León.

Finalmente, los cinco proyectos formarán parte de una red internacional de laboratorios ciudadanos en colaboración con Medialab Prado.

Pajarillos Educa

El objetivo de este primer proyecto, presentado por Alberto Rodríguez y Carlos Robles, es canalizar los problemas del barrio de Pajarillos a través de un plan de acciones que favorezcan el éxito académico y social del alumnado y de sus familias. En ‘El lavapiés de Castilla’ se pondría en marcha una EducAcción mediante la construcción de escuelas de valores que defiendan la dignidad de ser, de hacer y de convivir. De esta manera, el proyecto pondrá en valor la riqueza cultural y la diversidad social de este barrio de Valladolid.

Las cuatro líneas de acción de ‘Pajarillos Educa’ se concretarán en cuatro áreas: ‘Aprende’, una formación que mejorará la convivencia y la innovación educativa; ‘Actúa’, donde se pasará a la acción, participación y dinamización; ‘Sostenible’, para actuar sobre los recursos e infraestructuras; y ‘Convive’, con el objetivo de fomentar la convivencia y la mediación. De esta manera se solventarán los principales problemas del barrio, que son la desigualdad, la convivencia, la sostenibilidad y el respecto.

 Semáforo del ruido

La elevada contaminación acústica de Valladolid sirve como punto de partida al siguiente proyecto, de Melisa Daza Rivero, seleccionado para La Ciudad Imaginada. Los principales objetivos de ‘El semáforo del ruido’ son reducir este problema, conseguir una ciudad más silenciosa y concienciar a los ciudadanos sobre el ruido.

El proyecto se centrará en la instalación de diversos semáforos acústicos en las vías más ruidosas de la ciudad. De esta manera, los vallisoletanos podrán comprobar cuándo se sobrepasan unos decibelios concretos, que pueden ser perjudiciales para la salud.

Pon alas a tu sonrisa

Los gorriones y páridos están desapareciendo de las ciudades y el proyecto ‘Pon alas a tu sonrisa’ tiene como objetivo frenar este hecho. La falta de alimentos, la disminución de huecos para anidar y de cobertura vegetal son algunas de las razones de la desaparición de los pájaros, como señala el promotor de la idea, Francisco Javier Gutiérrez.

El objetivo del proyecto es crear comederos y bebederos con materiales domésticos, en ocasiones reciclados, para intentar revertir la situación problemática actual. Dichos elementos servirán como plataforma creativa, de comunicación y transmisión de ideas a través de la incorporación de poemas, frases inspiradoras o códigos QR, entre otras ideas. Por lo tanto, el proyecto engloba beneficios artísticos, sociales y ecológicos.

Proyecto ferroviario histórico

Con el objetivo de preservar los espacios ferroviarios patrimoniales e históricos del entorno de la estación de Campo Grande de Valladolid, nace este proyecto por parte de Eugenio Moreno. Este espacio, conformado por el depósito de Adif, la báscula y las naves de montaje 1 y 2 de Renfe, albergaría el taller actual de restauración de ASVAFER y tendría una función expositiva, permitiendo a los ciudadanos conocer 86 vehículos históricos.

El proyecto se completa con la circulación interna de un pequeño ferrocarril con tracción vapor y con el traslado a este espacio del complejo de maquetas ferroviarias que actualmente se encuentran en La Esperanza, además de su tren de jardín.

Quioscos vacíos

Los quioscos repartidos por toda la ciudad son ya parte del paisaje urbano de Valladolid. Sin embargo, en los últimos años, su uso ha ido en declive y se han ido deteriorando poco a poco. Teresa García Bravo propone en este proyecto darles una nueva utilización, que puede ser variopinto, para generar distintas actividades en el entorno de los mismos.

La idea es contar con artistas, ya sean pintores o graffiteros, entre otras actividades, o profesionales de publicidad y marketing para buscar la mejor manera de dar una segunda vida a estos elementos. El objetivo se extiende también a las zonas públicas que ocupan los quioscos, fomentando la participación ciudadana y la mejora del entorno.