Ponce Valladolid afrontaba un partido clave esta jornada en un duelo directo por eludir el descenso ante Universidad de Oviedo. Conscientes de la trascendencia del choque, las jugadoras locales salieron concentradas y cuajaron un gran primer cuarto, pero esas buenas sensaciones se rompieron con un dramático parcial en el segundo cuarto, 3-26, que acabó siendo definitivo en favor de las visitantes.

Ponce comenzó controlando el ritmo del partido, leyendo el juego con paciencia y sabiendo encontrar a Alejandra De la Fuente en el poste bajo, dominadora de la pintura en el inicio del partido. El acierto de Aldecoa en el tiro exterior permitió a Ponce asentar la primera ventaja, 15-9 a falta de dos minutos para cerrar el primer parcial.

La presión defensiva dio sus frutos y las de David Barrio aumentaron más su renta, 20-11 al término de los primeros 10 minutos. Lo que apuntaba a victoria segura en el primer cuarto se diluyó de manera estrepitosa en el segundo, con la peor cara de Ponce que se derrumbó y anotó solo tres puntos.

Dejó de tener efecto la defensa zonal y el ataque de Oviedo encontró su precisión en el acierto en los tiros de media distancia. La intensidad cambio de bando y fueron las visitantes las que lograban en estos minutos canastas fáciles en transición tras robar el balón. El 23-37 del descanso era un castigo excesivo para las locales tras lo visto en 20 minutos en el Lalo Garcia.

Tras el paso por vestuarios, Aldecoa demostró que es uno de los pulmones de este equipo y asumió el liderazgo ofensivo, con dos triples casi consecutivos que redujeron la desventaja, 34-41 tras cinco minutos del tercer cuarto.

Si ella era la cara del equipo, Lovett era la cruz, ofuscada con buscar el uno contra uno que rara vez terminaba con resultado positivo. Tampoco encontraba el acierto Elezovic, el refuerzo invernal del equipo. Ese juego trabado a media pista se convirtió en fluidez al contraataque, gracias a un robo de Aldecoa y al control del rebote defensivo de Alejandra De la Fuente, 50-49 con un triple de Aldecoa sobre la bocina del tercer cuarto para que Ponce le volviera a mirar a los ojos al partido.

Con la duda de saber qué versión de Ponce disputaría el desenlace de un partido de fases contrapuestas, Universidad de Oviedo mostró su cara más física, jugando al poste y castigando a las exteriores locales con penetraciones y juego directo, 55-59 a falta de seis minutos.

Oviedo asentó una ventaja de cuatro o cinco puntos que pesaba como una losa para el ataque de Ponce, espeso contra la zona visitante. A falta de 2.20, una canasta con adicional y falta antideportiva puso contra las cuerdas al equipo local. La agresividad defensiva permitió a Ponce robar dos posesiones seguidas y acercarse, 65-69, pero la seguridad de Oviedo en los tiros libres se llevó la victoria al bando visitante, 66-72 al final.