Fortaleza de Gormaz

Fortaleza de Gormaz

Soria

La fortaleza califal más grande de Europa entra en la Lista Roja del Patrimonio

Se encuentra en la soriana localidad de Gormaz y corre peligro debido a las propias dimensiones de la misma, que han sido restauradas a lo largo de los años con diferentes criterios

10 noviembre, 2021 18:02

La fortaleza califal de Gormaz, en Soria, acaba de ser incluida en la Lista Roja del Patrimonio que elabora la asociación Hispania Nostra y que recoge más de mil monumentos españoles que se encuentran sometidos a riesgo de desaparición, destrucción o alteración esencial de sus valores, si no se actúa de inmediato.

Se trata de la construcción más grande de toda Europa de los siglos IX Y X. La fortaleza califal es una gigantesca mole construida sobre un cerro datado en el período cretácico de planta alargada que puede verse desde muchos kilómetros de distancia en la llanura soriana. Se convirtió en el origen y bastión de numerosas razas o ataques de las tropas musulmanas sobre las tierras cristianas del norte del Duero. La de Gormaz es la fortaleza musulmana más larga de Europa (tiene 1.200 metros de perímetro) con murallas y torres cuadradas de origen árabe y su material constructivo está basado en sillería a soga y tizón en las partes inferiores y mampostería en las superiores.

Las dimensiones de la fortaleza hacen que su estado de conservación sea desigual. El resultado de las distintas intervenciones de restauración realizadas a lo largo de los años es también desigual y muestra la evolución de los criterios y sistemas empleados en la restauración del patrimonio. Además, una granja porcina se encuentra a los pies de la fortaleza, lo que generaría un gravísimo impacto paisajístico.

En el siglo X, toda esta zona estaba sometida a continuos y feroces ataques por el dominio de la frontera del Duero. Su aspecto imponente, capaz de albergar ejércitos y situado en la orilla norte del Duero, suponía una amenaza constante para las repoblaciones cristianas de esta parte de España. Así, en el Cantar del Mío Cid, se describe como 'castiello tan fuort'. Esta fortaleza ha sido testigo de personajes como Galib (general de Abderramán III), Almanzor o Rodrigo Díaz de Vivar, El Cid, de la que fue alcaide en 1087. Aún en el siglo XIV, con motivo de las guerras de Pedro I, fue objeto de importantes obras de reparación y reconstrucción.

La fortaleza, realizada casi en su totalidad de sillares labrados, cuenta con dos zonas diferenciadas y separadas por un foso, hoy cubierto: el alcázar y el recinto amurallado. En el alcázar se encuentra la torre de Almanzor, del siglo X, la sala de armas y la Torre del Homenaje, con aparejo califal y vigas empotradas califales reutilizadas, y que hace de puerta de entrada al alcázar; además, una poterna califal mira hacia el norte y los restos de un aljibe.

En total son siete las torres que hay en esta parte de la fortaleza. En el recinto amurallado, de unos 1200 metros de perímetro, 446 de largo y 60 de ancho, con lienzos de diez metros de altura, se asentaba la tropa, las caballerizas, almacenes y una alberca o depósito abierto de planta cuadrada de grandes dimensiones excavada en la roca.

La torre de Almanzor y la del Homenaje, modificada ésta también en el siglo XIV en estilo mudéjar, custodian el alcázar, lugar de residencia del alcaide y los señores del castillo. En el patio interior cisternas y aljibes aseguran el suministro de agua en caso de sufrir prolongados asedios. La puerta en codo en la torre del homenaje dificulta el paso al alcázar en caso de ataque y un portillo cercano asegura una vía de escape si fuere necesario huir con celeridad. Desde el camino de ronda se vigilaba el recinto y, a día de hoy, siguen existiendo las escaleras y es posible recorrerlo y admirar el extraordinario flanco Sur de la fortaleza con sus 28 torres.

En la explanada central, lugar que albergaría a las tropas, así como las cuadras, cocinas, almacenes, etc. se alza la entrada principal al castillo, una puerta de doble arco califal formado por dos torres unidas con un segundo arco interior y las dos puertas del siglo XIV con sus marcas de canteros.