Carlos Martín y Juan Luis Sánchez son los investigadores de este proyecto

Carlos Martín y Juan Luis Sánchez son los investigadores de este proyecto

Salamanca

Dos jóvenes investigadores salmantinos demuestran que el ejercicio físico es “el compañero ideal de los tratamientos del cáncer”

Los jóvenes Carlos Martín y Juan Luis Sánchez pilotan un proyecto de investigación en el que demuestran que el ejercicio físico ayuda en el tratamiento del cáncer.

Más información: Nuevo proyecto de investigación en la USAL para mejorar la supervivencia de los pacientes de cáncer de hígado

Publicada
Actualizada

Noticias relacionadas

Los jóvenes investigadores salmantinos Carlos Martín Sánchez y Juan Luis Sánchez González, profesores de la Facultad de Enfermería y Fisioterapia de la Universidad de Salamanca, dirigen un programa científico, realizado con ochenta pacientes, en el que demuestran que el ejercicio físico es “el compañero ideal de los tratamientos del cáncer”.

Explican a EL ESPAÑOL de Castilla y León que "el ejercicio físico mejora la vida. Hay una frase que nos gusta mucho, que viene a decir que es muy importante darle años a la vida, pero igualmente importante es darle vida a los años".

Lo que quieren decir con esto es que la mayoría de los tratamientos que se llevan a cabo hoy en día, "son para alargar la vida de una persona". Pero lo que ambos profesores intentan con este tipo de programas es que "esos años de vida que tenemos por delante tengan la mejor calidad de vida posible, e intentar que sea independiente durante toda su vida".

Carlos Martín y Juan Luis Sánchez, agachados a la derecha, junto a pacientes de cáncer en actividades físicas

Carlos Martín y Juan Luis Sánchez, agachados a la derecha, junto a pacientes de cáncer en actividades físicas

Esto lo buscan mediante unos programas "muy novedosos de ejercicio físico terapéutico" que realizan en Salamanca con población oncológica, es decir, con pacientes con cáncer. Y concretamente pacientes que en este momento están luchando contra la enfermedad y están recibiendo algún tipo de tratamiento para lograr una curación".

Principalmente realizan, según explican, "un ejercicio multicomponente, que es una combinación de ejercicio aeróbico y ejercicio de fuerza. Así, a grandes rasgos sería una parte inicial de calentamiento, con ejercicios de movilidad, ejercicios de trote, caminar...".

Seguido de una parte más orientada a ejercicios de fuerza, que serían los ejercicios que puede hacer cualquier persona en un gimnasio, "pero guiados por un fisioterapeuta. Es decir, con pesas, controlando y graduando el peso que puede desplazar cada persona con movimientos básicos como puede ser una sentadilla, peso muerto o press de hombro".

Los que se pretende con este tipo de ejercicio, o el objetivo final, "siempre es mejorar la calidad de vida del paciente, es decir, de la persona que está actualmente en tratamiento de quimioterapia, radioterapia, o de cualquier otro".

Preguntamos que si se consigue ese último objetivo. Contestan los jóvenes profesores que "es lo que vamos a analizar ahora mismo, los dos proyectos ya están terminados y lo que nos falta únicamente analizar estadísticamente esos resultados, que muy pronto verán la luz".

Pero dejan claro en su explicación que "la evidencia científica previa lo que nos dice es que se mejora la calidad de vida de las personas. Es decir, un paciente que sea físicamente activo, que tenga una mejor condición física, va a tener de forma inherente una mejor salud general".

Los pacientes

Pacientes oncológicos junto a los profesores que dirigen el proyecto de investigación (a la izda)

Pacientes oncológicos junto a los profesores que dirigen el proyecto de investigación (a la izda)

Afirman Carlos y Juan Luis que lo que han empezado a investigar "es un proyecto piloto con dos grupos de trabajo. Uno de los grupos fue pacientes que estaban diagnosticados de cáncer colorrectal en tratamiento de quimioterapia. Participaron 40 personas. Y hemos tenido un segundo grupo de pacientes con leucemia linfocítica crónica, que hemos abarcado también otras 40 personas".

El trabajo, apuntan los jóvenes investigadores y profesores, "sigue un proceso natural de cualquier enfermedad, pero en el que nosotros buscamos la derivación del paciente por parte de su médico de referencia, en este caso el oncólogo y el hematólogo, quienes nos facilitan la población de estudio desde el Hospital Universitario de Salamanca".

Después, ya como profesores de la Universidad de Salamanca hacen las valoraciones, tanto iniciales como finales, de todos los pacientes participantes en los programas para posteriormente analizar los resultados.

Unas valoraciones que se llevan a cabo en el Complejo Hospitalario de Salamanca o bien en alguna de las instalaciones de la Universidad de Salamanca. Por su parte, la intervención con ejercicio terapéutico se realiza en una clínica de fisioterapia de Salamanca, ubicada en el campo de tiro y deportes.

Unidad abierta todo el año: el objetivo

El deseo actual es abrir un centro de ejercicio para pacientes con cáncer durante todo el año 2025

El deseo actual es abrir un centro de ejercicio para pacientes con cáncer durante todo el año 2025

Se trata de un proyecto subvencionado por el Colegio Profesional de Fisioterapeutas de Castilla y León, en su totalidad "hasta el momento". Para este año 2025, tienen "un proyecto muy interesante desde la Universidad de Salamanca, abrir una unidad de ejercicio físico durante todo el año para pacientes con cáncer".

Un proyecto que "de momento está en búsqueda de fondos, porque la financiación que tenemos en este momento es limitada. Nos falta un porcentaje de dinero para poder empezar en el mes de febrero a atender pacientes y prolongarlo durante todo el año 2025, que es nuestro objetivo, tener abierto un servicio durante todo el año".

Lo que han realizado estos jóvenes investigadores hasta ahora ha sido dar cobertura durante ocho semanas a los pacientes, pero claro, "nuestra idea es que los enfermos se puedan ir incorporando según nos los vayan derivando desde el hospital. Es lo que estamos intentando conseguir, financiaciones más fuertes o proyectos más fuertes que nos permitan que estos programas estén abiertos durante 12 meses".

Conclusiones del proyecto

La primera conclusión que obtienes de este trabajo de investigación "ya no tiene tanto que ver con los pacientes, es que hay un vacío muy importante en la atención, en la asistencia sanitaria, en lo que se refiere a la calidad de vida de la persona más allá de la medicación".

"La medicación es algo que ya está totalmente cubierto, el servicio de oncología de Salamanca funciona muy bien, pero no tenemos un servicio externo que proporcione a los pacientes toda esa orientación y esa capacidad de mejorar su calidad de vida en general a través del ejercicio físico, que es una herramienta que ya está muy demostrado que es útil en personas, no solo con cáncer, sino en personas diabéticas, con secuelas del envejecimiento, obesidad, problemas cardiovasculares, etc.".

"La variable principal o el objetivo final era estudiar la calidad. Siempre hemos utilizado escalas adaptadas de calidad de vida para cada una de las poblaciones con las que hemos trabajado. Pero aparte de la calidad de vida, hemos medido también la fuerza muscular de los pacientes, hemos medido la condición física, así como otras variables que parece que no están muy relacionadas con el ejercicio, pero son las que más mejoran, como por ejemplo la ansiedad, la depresión o la calidad del sueño", explican.

Además, han medido también "la composición corporal o los efectos adversos de los tratamientos, como puede ser la cardiotoxicidad, es decir, esos síntomas de hormigueos, esos dolores en las extremidades que aparecen después de los tratamientos. Y una de las cosas más interesantes, que todavía no tenemos resultados y no podemos sacar conclusiones, es que hemos hecho una valoración analítica bastante completa".

A los pacientes se les ha hecho un estudio analítico previo a su incorporación al programa y otro posterior, tras esas ocho semanas realizando ejercicio físico. Realmente, la mejoría, según las pruebas son notorias. Pero lo novedoso en este aspecto pueden ser las mejoras a nivel analítico que veamos en los pacientes", afirman.

En cuanto a las pruebas analíticas, se han estudiado diferentes parámetros, como los perfiles lipidicos, pero también se van a utilizar marcadores inflamatorios y marcadores de daño hepático.

"Lo que se sabe es que los pacientes con cáncer tienen una inflamación crónica de bajo nivel y esto no solo es que empeore el estado general del paciente, sino que fomenta o facilita una recaída o una evolución del cáncer hacia un estadio más avanzado", explican. Por lo tanto, "disminuir esos niveles de inflamación crónica puede ayudar a mejorar el pronóstico de la enfermedad. Estamos hablando de conclusiones bastante optimistas en este caso y resultados que pueden ser muy positivos en un futuro".

"Una de las cosas que no hemos medido como variable principal del proyecto, pero que nos hemos dado cuenta porque los pacientes nos lo agradecen, es la adherencia al tratamiento. Los programas que hemos hecho han sido de ocho semanas de intervención y claro, muchas veces cuando acaban estos programas, los pacientes se preguntan ¿ahora qué hago?", dicen.

"El objetivo que teníamos es que estas personas llegasen a tener una condición física más o menos sana, o hábitos de vida saludables, y que ellos una vez acabasen estas ocho semanas, pudiesen continuar de alguna manera con esta nueva rutina diaria", explican a este diario.

Pograma de actividad física para pacientes oncológicos

Pograma de actividad física para pacientes oncológicos

Explican que les ha llamado la atención que "muchísimos de los pacientes que acabaron con nosotros estas primeras ocho semanas han decidido continuar ellos por su propia cuenta, es decir, ya no sólo de forma individual, si no hacen un grupo, les viene bien, es también como una actividad social, como que generan roles y relaciones entre ellos y más de la mitad de las personas están continuando por su propia cuenta de manera grupal, haciendo ejercicio guiado y pautado por el fisioterapeuta"

Preguntamos a Carlos Martín y Juan Luis Sánchez, cuál es el estado en que llegan los pacientes. En este sentido, explican que los pacientes llegan tras un diagnóstico, "que a todo el mundo nos daría mucho miedo. Como es que te digan, usted tiene un cáncer con un apellido X. Ya la afectación psicológica es muy grande, una desgana, pues a continuar, vamos a decir, con nuestra vida normal".

Y a esto se le suma que las personas que "nosotros estamos viendo están sometidas a un tratamiento. O sea, ya no es solamente el impacto del diagnóstico de la enfermedad, sino que aparte están sufriendo los efectos secundarios de los tratamientos. Eso supone un impacto psicológico importante, pero también físico. Cuando empiezas un tratamiento, inevitablemente se va a producir un deterioro físico de la persona, nos encontramos con personas bastante frágiles, por lo que es importantísimo adecuar bien las cargas de trabajo de cada uno de ellos".

Por otro lado, la acogida por parte del personal médico de oncología ha sido "bastante buena, tanto el servicio de Hematología como el servicio de Oncología han sido muy buenos en la recepción de estas iniciativas".

"En los proyectos que les hemos propuesto con los programas de ejercicio nos han facilitado el acceso a los pacientes. Además, nos han reiterado en repetidas ocasiones que los pacientes están muy contentos cuando han acudido a consulta una vez empezados los programas de ejercicio y que ven que han mejorado físicamente", reconocen a EL ESPAÑOL.

No solo pan para hoy

Carlos Martín y Juan Luis Sánchez dejan claro que "no queremos que esto sea pan para hoy y hambre para mañana. Es decir, que tengamos que estar luchando cada año por reunir el dinero necesario para poder seguir, sino que este proyecto tenga una continuidad".

Ellos, al fin y al cabo, lo que quieren demostrar es que "existe la necesidad de que haya un servicio especializado en ejercicio físico terapéutico al que puedan acudir todos los pacientes diagnosticados de cáncer. Ahora porque estamos trabajando con oncología y con hematología, pero, al fin y al cabo, con cualquier enfermedad crónica sería muy útil".

Desean "crear esa necesidad de que exista un servicio de ejercicio físico estandarizado, protocolizado y dirigido por la figura del fisioterapeuta, que creemos que es la persona más idónea para llevar a cabo este tipo de programas, y que los pacientes se puedan beneficiar de ello".

Muchas veces, los pacientes, cuando necesitan algún servicio, como hacer ejercicio, se lo tienen que "costear de su propio bolsillo. Nosotros lo que queremos es que esto sea un servicio que el paciente no se lo tenga que pagar, sino que simplemente su médico de referencia le cuente la situación y las opciones que tiene y que él decida si quiere acceder a ese servicio".

Es decir, "que fuese un tratamiento más, como puede ser la quimioterapia, como puede ser la inmunoterapia, como puede ser cualquier otro tipo de tratamiento, que fuese un tratamiento complementario a su tratamiento principal. Esa es un poco la idea que tenemos", indican.

Pacientes oncológicos realizando ejercicios físicos

Pacientes oncológicos realizando ejercicios físicos

El objetivo final, aparte de obviamente intervenir y ayudar a todas las personas que están participando en los programas de ejercicio, es generar esa necesidad, de que todas aquellas personas responsables vean que realmente "estas iniciativas sociales tienen un gran valor y esperemos que en un futuro se cree un servicio de ejercicio físico para pacientes oncológicos que sea una opción más de tratamiento de esta compleja enfermedad".

"No tiene que haber un único tratamiento para una enfermedad, sino que, igual que una persona acude al médico por determinado motivo, que tenga la posibilidad de derivar un tratamiento X, pero también se pueda derivar a un fisioterapeuta para que realice unas sesiones de ejercicio durante todo este tiempo de enfermedad".