El alcalde de Santa Marta de Tormes, David Mingo, y el concejal de Cultura, Francisco Miguel García, han acudido a la presentación de la nueva muestra fotográfica ‘La Santa Marta del ayer, de alquería a una ciudad moderna y joven’, una exposición que surge como resultado del objetivo que se propone este ayuntamiento de “contemplar y dar forma” a la iniciativa popular de varios vecinos de Santa Marta de Tormes de recoger aquellas imágenes en las que se contemple cómo era la Santa Marta del ayer, su desarrollo y expansión. En la muestra se pueden encontrar un total de 92 fotografías expuestas a lo largo de nueve paneles fotográficos explicados en otros tres paneles.

El alcalde de la localidad, David Mingo, explicó que, “con esta muestra hemos pretendido generar una identidad propia a través de lo que hemos sido, enseñando a su vez hacia dónde vamos a través de las imágenes y los recuerdos”.

Por su parte el concejal de Cultura, Francisco Miguel García, apuntó que “el Ayuntamiento quiere poner en valor el trabajo realizado por los vecinos a través de una iniciativa que ofrece a los que quieran un espacio virtual para aportar sus imágenes, que han sido recogidas a través de un grupo creado en Facebook. Santa Marta de Tormes es un claro exponente de la evolución de un municipio construido desde sus orígenes más rurales hasta convertirse en una joven y moderna urbe llena de vida”.

Los impulsores de esta iniciativa han sido Narciso Bueno y Donato Piqueras, ambos vecinos del municipio, y que atesoran “una colección de recuerdos cifrados en imágenes tesoro apreciable por la cantidad de aportaciones y por su valor”, a la que se han unido otros vecinos aportando sus fotografías.

En ellas podemos ver el municipio a través de retratos de personajes y escenarios de su historia subjetiva, “cuando apenas era un pueblecito de iglesia, escuela y fábrica de luz. Y de cómo se quiso elevar hasta lo que es hoy: el segundo municipio de la provincia de Salamanca. Ahora Santa Marta es un pueblo, pero también una pequeña ciudad, en la que se maridan ambos mundos y no lo hacen muy mal porque en el fondo, cada ser humano, quiere ser las dos cosas: ciudadano y con pueblo”.