El comercio de Salamanca ha experimentado ventas discretas y moderadas durante los primeros diez días de las tradicionales rebajas de invierno, aunque cabe destacar un ligero repunte en relación con el año anterior, según los últimos datos aportados por la Asociación de Empresarios Salmantinos del Comercio (Aesco), integrada en la Confederación Empresarios de Salamanca (CES), que destaca que “la afluencia de público no ha sido numerosa en el arranque de la campaña” y que, con la situación actual de constantes descuentos, existe recelo por parte del consumidor a la hora de realizar más compras.

Desde Aesco y la Confederación Española de Comercio-CEC, a la que pertenece la patronal salmantina de comerciantes, se insiste en que se ha perdido la finalidad de las rebajas como herramienta de los comerciantes para dar salida al stock de temporada y se recalca que “tras varios meses de descuentos, el margen que queda para estas rebajas de invierno es muy estrecho y estropea la temporada”.

En este contexto, las promociones y descuentos adelantados a otras épocas del año, especialmente el Black Friday, “han terminado por desvirtuar los periodos tradicionales de rebajas”. “Cada vez son más los comercios que se apuntan a poner descuentos, promociones y precios especiales desde finales de noviembre y en plena campaña de Navidad para hacer frente a las grandes superficies y al comercio online”, por lo que las rebajas tradicionales son cada vez “más efímeras y pierden su impacto y atractivo”, matizan.

No obstante, la asociación exige a las distintas administraciones, de la mano de la CEC, soluciones urgentes y pide la vuelta a la regulación de las rebajas con dos campañas principales en invierno y verano. “La liberalización de las rebajas no supone un estímulo, sino un perjuicio que afecta negativamente al sector”.

El presidente de Aesco, Benjamín Crespo, recalca “el enorme esfuerzo que están haciendo las pymes y autónomos del pequeño y mediano comercio por acercar en estas fechas al ciudadano sus productos al mejor precio”. Precios que rozan ya el 50% de descuento en determinados productos, como se puede ver en los escaparates de los establecimientos salmantinos, y que llegarán al 70% en la segunda fase de rebajas.