El Grupo de Menores Paidós de la Policía Local de León ha realizado hoy un balance de las actuaciones llevadas a cabo durante el año 2016, cuando se realizaron un total de 14.253 actuaciones, que se reparten en más de 6.000 vigilancias y, entre otras, 3.418 identificaciones, de las que 310 fueron por consumir alcochol.

Sin embargo, la memoria deja ver un dato preocupante. Las niñas, más precoces que el sexo masculino, comienzan a consumir alcohol entre los 12 y 14 años, y lo hacen en pequeñas cantidades pero de manera muy rápida, antes de ser recogidas por sus padres para regresar a casa. Los niños comienzan entre los 14 y 15 años, mientras que el consumo de marihuana se inicia entre los 15 y 16 años.
Para frenar esta tendencia, el Grupo tiene claro qué es lo que más impacta a los jóvenes: una llamada a sus padres. La evolución a lo largo de los años de existencia de Paidós ha demostrado que lo realmente eficaz para paliar el consumo de alcohol no es quitarles la botella, sino llamar a sus progenitores para que se presenten en el lugar donde se ha producido la multa, que puede ser de 150 euros.

No obstante, para Paidós es tan importante frenar que el niño consuma alcohol como seguir la procedencia de esa bebida, es decir, ¿dónde han comprado la bebida? Para ello, cada fin de semana se realiza, como mínimo, una intervención íntegra en un local, donde se han podido llegar a establecer hasta doce denuncias para un mismo lugar, por temas diversos, entre los que destacan permitir la entrada y consumo de alcohol a menores.

En cuanto al lugar donde se realizan la mayoría de las intervenciones se trata de la zona centro, debido a la mayor existencia de colegios y zonas de ocio, seguido por la Palomera, la Asunción, las Ventas, el Egido y Eras de Renueva.