
Las judías del Barco de Ávila Facebook
Este es el pueblo de Ávila donde mejor se come: por este motivo es la Catedral de la legumbre
Es uno de los mejores platos de cuchara de España y es perfecto para entrar en calor durante los meses de invierno.
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La gastronomía de Castilla y León es uno de sus puntos fuertes. Son numerosos los manjares que tiene la Comunidad y de los que todo el mundo habla, por lo que resulta realmente complicado decidir cuál es el mejor.
Los pueblos castellanos y leoneses atesoran numerosas delicias gastronómicas que enamoran a los vecinos y turistas. Si nos dirigimos hacia la provincia de Ávila, podríamos pensar en su chuletón, patatas revolconas, sopa castellana, garbanzos de La Moraña, el Cocido Morañego, Monda de Monbeltrán o como toque final las Yemas de Santa Teresa.
En esta ocasión, si hablamos de uno de sus manjares, tenemos que mencionar las judías del Barco de Ávila. Son una de las comidas favoritas de los ciudadanos y que anima a muchos a conocer este bello municipio.
Un plato perfecto para entrar en calor durante estos días de invierno en los que el frío y la lluvia son los grandes protagonistas. Estas judías secas, generalmente de color blanco y gran tamaño, se cultivan en los campos del Barco de Ávila- Piedrahita.
Su sabor es delicado y tierno y es rico en proteínas, fibra o minerales como hierro, calcio y fósforo. Además, se cocinan muy rápidamente y es un ingrediente muy valorado en platos como el cocido madrileño, la fabada asturiana o el pote gallego.
Existen muchas variedades de judías. Una de ellas es planchada, que son las de tamaño mediano-grande y color blanco; están las blancas riñón, son las que mayor demanda y prestigio tienen.
También las redondas, que se conocen por 'manteca' y los productores las guisan con oreja y mano de cerdo. Las arrocinas que tienen un tamaño pequeño y son originales de la zona.
La morada redonda, donde el grano es de color púrpura oscuro, curvadas y de tamaño mediano. Y la morada larga, con un alto contenido en hierro y proteínas.
En El Barco de Ávila hay numerosos restaurantes para degustarlas, aunque uno de ellos es la Casa Lucio. Un restaurante donde cuidan cada detalle y en el que se puede saborear el auténtico sabor de la gastronomía española.
Los clientes expresan su satisfacción por internet, asegurando que es "el mejor sitio para comer", el "excelente trato" y la deliciosa comida casera que ofrecen, así como su variada carta.
Evidentemente, no es el único, hay otros como El Almirez de Francisco Álvarez, El Fogón del Barco, Restaurante Rosi, La Pineda o Bellavista Restaurante, entre muchos otros, donde se puede saborear este delicioso manjar y los típicos productos de la gastronomía abulense.
Receta
La manera de prepararlas es muy diversa y depende de cada cocinero, también de la época del año en la que se hagan. Sin embargo, la receta tradicional combina ingredientes muy básicos como aceite, ajo, sal, cebolla, pimentón, chorizo, panceta, oreja o rabo de cerdo.
Es conveniente dejar las alubias en remojo la noche previa para que queden más landas y reducir la occión. Posteriormente, se deben escurrir y ponerlas en una cazuela cubiertas por agua fría.
Se cuecen a fuego fuerte y, cuando rompa a hervir, hay que añadir un vaso de agua fría para que no queden duras.
Posteriormente, se cuecen de nuevo y se vuelven a 'asustar'. En ese momento, hay que desespumar y retirar impurezas. Posteriormente, se añaden el resto de ingredientes y se baja el fuego y que cueza durante tres horas con la olla tapada.
En ocasiones, el caldo puede quedar líquido o no se obtiene la consistencia que se está buscando, para ello se puede evitar poniendo harina para espesar. Asimismo, se añade un sofrito con cebolla, pimentón, algunas alubias y caldo de cocción pasado por batidora.
Barco de Ávila
El Barco de Ávila es un lugar lleno de belleza y encanto. Sobre las aguas del Tormes, se encuentra un Puente de la Edad Media que conduce a la Ermita del Cristo. También se encuentra en Castillo de Valdecorneja, del siglo XV.
Además, con el paso del tiempo, se ha conservado a la perfección parte de su muralla y el Arco del Ahorcado. La Iglesia de la Asunción tiene un ligero parecido a la Catedral, se encuentra en el centro de la localidad y es una parada obligatoria.
La Casa del Reloj, fue una antiquísima Casa Consistorial que se derribó en el siglo XVIII y se alzó de nuevo con paredes de piedra labrada y mampostería de traza castellana. Hoy en día es la oficina de turismo y sala de exposiciones.
Por otra parte, la Calle de La Galletera es otro de los lugares perfectos para disfrutar de la historia del municipio. Sin dejar escapar la Casa de los Balcones, situada en la Calle Mayor, la Casa de la Recaudación y sus preciosos ventanales, la Ermita de San Pedro o los restos de Las Murallas.