
María Muñoz, la ilustradora abulense que conquista a las firmas de lujo
María Muñoz, la ilustradora abulense que trabaja para Louis Vuitton, Dior o Tiffany: "Empecé pintando en la calle"
Su mundo está repleto de color, al igual que sus diseños, y reconoce que trabajar desde un pueblo le permite "crear desde la calma y ser más selectiva".
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A todo color. Sin miedo. Con ilusión, ingenio y creatividad. Así es como ve la vida María Muñoz de Fernando (Ávila, 1996). Una mujer, llena de energía y vitalidad, que ha logrado colarse entre las grandes marcas de lujo.
Todo comenzó casi por casualidad, como terminan forjándose las grandes historias. Siempre ha estado vinculada al mundo del arte, su gran pasión, aunque primero se adentró en el universo de los números.
Estudió el doble grado de ADE y Relaciones Internacionales, porque sus padres le pidieron que hiciera una carrera. Y, una vez terminada, llegó su turno. "Cumplí mi parte y me tocaba apostar por mi sueño", explica en declaraciones a EL ESPAÑOL- Noticias de Castilla y León.

Una de las ilustraciones de la abulense para Louis Vuitton
Con la ilusión por bandera y un cuaderno bajo el brazo, se marchó a Milán. Allí, en plena Semana de la Moda, se dedicó a pintar en las puertas de desfiles y a enseñar su trabajo. "Empecé en la calle", sonríe al recordar esta experiencia.
Un desafío con el que logró conquistar a grandes marcas como Hermès, para la que luego trabajó, y también a una revista de Hong Kong.
El 'no' ya lo tenía. Entonces, ¿qué podía salir mal? Muñoz se lanzó a un precipicio que, sin saberlo, sería el comienzo de una apasionante carrera profesional. Aunque no todo iba a ser tan fácil ni rápido.
Las marcas le iban contactando, pero vivía con la incertidumbre de no saber cuál sería el próximo contrato. Por esta razón, estuvo un tiempo trabajando en el departamento de marketing de Loewe.
Lugar en el que forjó aún más sus conocimientos, pero pronto se dio cuenta de que no quería distraerse de lo realmente importante: la ilustración.
Unos meses de baches, preguntas, dudas, que terminaron gracias al trabajo personal que pudo hacer. María se marchó de retiro espiritual para poder entender cómo funcionaba el mundo y que frenar, en muchas ocasiones, es casi más importante que perseguir tus sueños.
"Vivía con estrés, exigencia y cada vez que me venía una emoción no la sabía controlar. Aprendí a hablar en público, ganar seguridad y responsabilizarme. Me permitió entender que tenía que poner un valor a mi trabajo porque dedicaba muchas horas y el precio era muy bajo", expresa.
El proceso no ha sido lento ni gradual. De ahí la montaña rusa de emociones que lleva sintiendo desde hace casi cinco años. El primer cliente que le contactó fue Louis Vuitton. Hicieron un evento privado para sus clientes y le pidieron que hiciera las ilustraciones de los diseños que elegían.
Un trabajo que les "encantó" y, a partir de ahí, comenzó a trabajar con más firmas de la cadena de lujo LVMH, como es el caso de Dior. "Tenía una mezcla de sensaciones. Estaba feliz, sentía exigencia y pensaba que debía hacerlo perfecto", afirma.

Uno de los trabajos realizados para Dior
Un mix de emociones que cuando coge los lápices y empieza a dibujar, se le pasan. Su truco es "no pensar en nada" y, pese a que lucha con los nervios previos de "querer ser excelente", piensa que "delante solo hay personas". Independientemente de que quienes estén, como ya le ha ocurrido, sean Isabel Preysler o Ágatha Ruiz de la Prada.
Esta alegría la transmite también en sus dibujos y en el día a día. Si por algo se caracteriza la joven abulense es por llenar de color cada una de sus obras. Un fiel reflejo de su identidad. "Mis muñecas tienen purpurina porque reflejan la luz. Veo la vida a todo color. Es mi identidad", asegura.
Aunque no es la única, ya que su rasgo, lo que marca la diferencia y hace reconocer sus obras es la pestaña, "la rayita que sale del ojo". Es, sin duda, una de las partes "más significativas" de la obra.
Firmas de lujo y bodas VIP
El currículum de María es muy amplio. Puede presumir de haber trabajado con las firmas de lujo más importantes del mundo. Como es el caso de Louis Vuitton, Tiffany & Co., Dior, Moncler o Tommy Hilfiger, entre muchas otras.
No todo acaba ahí, ya que también ha estado presente en los Latin Grammy, en Sevilla, pintando a los nominados. Allí pudo conocer a Carlos Baute, Omar Montes o Pedro Capó, entre muchos otros.
Las bodas son otro de los sectores en los que se ha adentrado. De hecho, ha podido formar parte del día más especial de Marta Pombo en su enlace con Luis Zamalloa. "La parte de las bodas es muy agradecida y bonita. Muy emocional", afirma.

María dibujando a una de sus 'muñecas'
Embajadora de la experiencia
Con el paso del tiempo, y a medida que su trabajo ha ido creciendo, ha diseñado una figura llamada 'embajadora de la experiencia'. Ella es quien se encarga de ir narrando el proceso creativo a cada una de las personas que María pinta.
"Es como si tuvieras una guía explicándote la obra", aclara. Lo que facilita que la espera mientras dibuja sea "distendida y entretenida". Una acompañante que no siempre ha estado con ella, pero que ahora forma un apoyo imprescindible en su trabajo.
Futuros proyectos
Hay sueños que ya se han cumplido, pero aún quedan muchos más en la lista de deseos. La ilustradora tiene muy claro cuáles serían sus firmas de lujo para un proyecto a medio plazo: Valentino o Versace.
"Diseñadores donde el más es más", sostiene. Y es que la alta costura es su gran pasión. Un mundo donde "todo es diferente" y una auténtica fantasía para crear y dejar volar la imaginación.
Nadie duda de que lo logrará, ya que se ha abierto un gran paso en el mundo de la moda, sobre todo, gracias a saber ser selectiva. Una virtud que aprendió gracias a vivir en un pueblo, en Arenas de San Pedro, exactamente.
"Vivimos en un mundo de hacer más y más rápido. Aquí aprendo a crear desde la calma. Con una mayor visión, inteligencia, que me da tiempo a decidir a dónde quiero ir. Si no lo hubiera hecho, quizá nunca habría trabajado para Dior", asegura.
Y no solo eso, sino que, recuerda, gracias a las tecnologías, todo es más fácil. "Ser más selectiva me permite posicionarme mejor en el sitio donde quiero estar", finaliza.