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Salamanca tendrá nuevo campus universitario agroambiental para retener talento e investigadores

31 octubre, 2018 08:16

El Ayuntamiento, la Diputación, la Universidad y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) se han unido para crear un Campus Agroambiental en Salamanca. Así lo han anunciado el primer teniente de alcalde y concejal de Fomento, Carlos García Carbayo, el presidente de la Diputación Provincial, Javier Iglesias, el vicerrector de Economía de la USAL, Javier González Benito, y la presidenta del CSIC, Rosa Menéndez, quienes han detallado algunos de los puntos de este proyecto para contribuir en el avance del conocimiento y el desarrollo económico, social y cultural de Salamanca.

Este campus aglutinará la nueva sede del Instituto de Recursos Naturales y Agrobiología del CSIC, dependiente del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades, y la Facultad de Ciencias Agrarias y Ambientales de la Universidad de Salamanca en parcelas cedidas por el Ayuntamiento de Salamanca en el nuevo sector denominado La Platina, próximo al Campus Miguel de Unamuno y al Instituto de Biología Funcional y Genómica.

Por tanto, será un corredor al servicio del avance del conocimiento y del desarrollo económico, social, científico y cultural de Salamanca, según señaló el primer teniente de alcalde, Carlos García Carbayo, quien insistió que este ambicioso proyecto se enmarca en la estrategia municipal de generar más oportunidades y crear empleo en torno a la investigación, desarrollo e innovación en Salamanca.

Será un foco de atracción para investigadores y también para nuevas empresas del sector, según aseguró García Carbayo, quien explicó que el Ayuntamiento de Salamanca cederá al CSIC y a la Universidad de Salamanca dos parcelas de 10.513 y 17.615 metros cuadrados, respectivamente, en La Platina para trasladar el IRNASA, situado actualmente en la calle Cordel de Merinas, y la Facultad de Ciencias Agrarias y Ambientales, en la avenida de Filiberto Villalobos.

Por su parte, el presidente de la Diputación de Salamanca, Javier Iglesias, se refirió al Centro Agronómico como “un proyecto valiente, inteligente y responsable con el futuro de la provincia”. En este sentido, incidió en que la alianza entre el Ayuntamiento de Salamanca, la Universidad, el Irnasa-Csic y la Diputación persigue un objetivo compartido: el desarrollo de la provincia.

Centro Agronómico de referencia para la investigación

Desde su punto de vista, la apuesta por este proyecto permitirá poner en marcha un centro de referencia en la investigación del sector primario y la industria agroalimentaria, donde se ahondará en la formación, la investigación, la transferencia del conocimiento y la tecnología aplicada al sector agrícola y ganadero.

Iglesias detalló que el futuro Centro Agronómico supondrá dar un paso más en el camino que la Diputación de Salamanca se ha trazado en su apuesta por dar respuesta a las necesidades de los profesionales del sector primario de la mano de la investigación y para que redunde en la modernización de las explotaciones y en el incremento de rentabilidad del sector agrícola y ganadero.

La Universidad de Salamanca, por su parte, considera que la cesión de una parcela por parte del Ayuntamiento es un primer paso esencial para poder desarrollar uno de sus proyectos prioritarios: la construcción de una nueva sede para la Facultad de Ciencias Agrarias y Ambientales. Además, “concentrar geográficamente distintas instituciones que promueven la investigación en el sector agroalimentario y las ciencias ambientales conducirán a una utilización mucho más eficiente de los recursos y la aparición de sinergias beneficiosas para todas las partes” comentó el vicerrector de Economía de la USAL, Javier González Benito.

La Facultad de Ciencias Agracias y Ambientales inició su andadura en los años 90 y, aunque es el centro más joven de la Universidad de Salamanca, ha demostrado ser el que mayor capacidad de atracción de estudiantes tiene entre los distintos centros que en Castilla y León ofrecen titulaciones similares. El hecho de “contar con una parcela, con el apoyo institucional de Ayuntamiento y Diputación, y con un proyecto aglutinador y ambicioso como éste, seguro facilitará obtener recursos adicionales que hagan realidad la nueva Facultad”, destacó el vicerrector.

La Universidad cuentan además con otros centros e institutos que acogen grupos de investigación que trabajan en proyectos relacionados con el sector agroalimentario y que seguro también se verán potenciados por esta iniciativa. “El CSIC es uno de los principales interesados en la creación de este campus, el cual aglutinará las capacidades en el área agropecuaria en un espacio común. Será, por tanto, clave, la labor del Instituto de Recursos Naturales y Agrobiología de Salamanca, que lleva 60 años generando nuevos conocimientos que ayuden a mantener o aumentar, de manera sostenible, la productividad agraria, lo que conlleva beneficios económicos y sociales”, ha destacado la presidenta del CSIC, Rosa Menéndez.

Este centro del CSIC integra la biología, la patología, la química del suelo y la ecología para aportar conocimiento y soluciones científicas al mantenimiento de los sistemas agrícolas de zonas semiáridas. También ayuda a crear nuevas políticas y prácticas basadas en ciencias moleculares, ecológicas y ambientales innovadoras. El Instituto mantiene y busca colaboraciones con otras instituciones nacionales e internacionales y con organizaciones con las que transferir eficazmente la ciencia a la sociedad.

El nuevo IRNASA

La nueva sede del Instituto de Recursos Naturales y Agrobiología de Salamanca tiene previsto integrar a unas 59 personas; de ellas, 17 serán investigadores de plantilla, 28 personal de apoyo científico y de gestión, y 14 serán contratados para integrar los departamentos de Desarrollo Sostenible de Sistemas Agroforestales y Ganaderos, Estrés Abiótico y Procesos de Degradación Medioambiental y su Recuperación, con un total de seis grupos de investigación.

El nuevo centro de investigación dispondrá de un edificio central para oficinas, salas de conferencias y laboratorios de uso común (de unos 2.600 metros cuadrados en total); un invernadero (de unos 500 metros cuadrados) con zona de almacén de materiales más salas de fitotrones, crecimiento de plantas, cabinas de flujo laminar y zona de limpieza y desinfección de materiales para plantas; una parcela experimental para cultivo de plantas de unos 300 metros cuadrados, para ser usada por varias instituciones; un edificio para albergar animales de experimentación con zona de almacén de materiales, laboratorios de bioseguridad BSL2 y BSL3, y zonas de limpieza y desinfección de materiales para microorganismos (de 600 metros cuadrados aproximadamente); una parcela experimental para alojar temporalmente a animales al aire libre (de unos 300 metros cuadrados) y, finalmente, integrará también zonas verdes y vías de acceso.