El mercado laboral de Salamanca genera muchos contratos, sobre todo en la hostelería y el comercio, pero no se traduce en creación de empleo. Se firman más contratos, pero hay menos afiliados a la Seguridad Social y en cambio baja la lista del paro. ¿Por qué? Principalmente porque cada vez hay más salmantinos que emigran a otras provincias de España en busca de oportunidades.

Así lo muestran los datos de movilidad laboral del Ministerio de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social, pues durante el primer semestre de este año se fueron de Salamanca hacia otras provincias de España casi 10.850 personas, novecientas más que en el mismo periodo del año anterior. Una cifra récord. En cambio, vinieron por trabajo unas 6.850 personas, seiscientas más que el año anterior, pero 4.000 menos que las que se fueron. Por tanto, el éxodo laboral es superior, y en aumento.

Nunca hubo tanta diferencia en la provincia de Salamanca entre emigrantes laborales e inmigrantes. De seguir este ritmo se superarán los datos globales del año pasado, que ya fueron los más negativos de la historia. Entonces, se fueron 7.700 salmantinos más, para un total superior a los 21.000, principalmente de la capital y de las cabeceras de comarca.