Foto 1.- Virgen del Dado

Foto 1.- Virgen del Dado

Región

La Catedral recupera la grandiosidad de la Virgen del Dado

20 septiembre, 2017 15:38

Seis meses de trabajo y 80.000 euros de inversión ha hecho posible el resurgimiento de una de las joyas ocultas de la Catedral de León: la puerta de la Virgen del Dado, ubicada en la panda norte del claustro. La gran aportación de la restauración ha sido la limpieza y rescate de su rica y variada policromía, la mayor parte del siglo XVI, aunque se ha puesto en valor y rescatado colores de la pintura original del siglo XIII.

Satisfacción entre el Cabildo catedralicio y las autoridades locales que esta mañana han acudido a la reinauguración de esta portada, la única de toda la Catedral que conserva casi íntegramente su colorido.

La portada, construida entre los siglos XIII y XIV, está dominada por la escultura en piedra de la Virgen del Dado, del siglo XVI. Una imagen serena, con el Niño en brazos y de amplios ropajes, toda ella llena de color vistoso y tenue. Cuenta la leyenda que unos soldados venidos de Flandes jugaban en el claustro y en las escaleras de esta portada. Un jugador, airado por haber perdido una partida, arrojó los dados al Niño, provocándole una herida, que sangró. Arrepentido el soldado, renunció a la milicia y se metió a franciscano.

Obispo, presidente del Cabildo, responsable de la conservación del patrimonio de la Catedral y la propia restauradora, Paula Sánchez, han destacado la riqueza escultórica, toda ella en piedra labrada, de la puerta y, sobre todo, su policromía. La composición escultórica está domina por la Virgen del Dado y en el centro del tímpano,   Cristo dentro de una mandorla, sostenida por ángeles y con los cuatro evangelistas como testigos. A los lados, en las jambas, apóstoles y la escena de la Anunciación. Las figuras de los extremos miran hacia fuera de la escena, como si lo que en ella se narra no fuese con ellos.

Todo con un gran carácter didáctico y religioso, ya que la función de esta iconografía era que el visitante de la época generalmente analfabeto, comprendiese mediante imágenes el mensaje que se le ponía delante y si se hacía mediante unas colores vistosos y llamativos, mejor porque garantizaba el éxito de la comprensión.

La restauradora hizo ver a los invitados el valor de los restos de la policromía original conservados y la complejidad de la restauración, ya que muchos huecos de la portada estaban rellenos de varias capas de polvo, suciedad de siglos y restos de repintes de todas las épocas.

Para visitarla hay que acceder al claustro por la puerta del sur, que conduce al Museo y a las capillas aptas para el culto.