Eva Gonzóñez, con su joyería de autor

Eva Gonzóñez, con su joyería de autor

Sociedad

Cuando la joyería se convierte en un arte

La palentina Eva González conjuga su trabajo como conservadora y restauradora de Patrimonio con su marca de joyería de autor

17 octubre, 2021 15:58

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Siempre del lado del arte y enamorada de él. La palentina Eva González hace que, de una forma u otra, su vida gire en torno a la creación y la cultura, muchas veces fuera de la Comunidad, ya sea como conservadora y restauradora de Patrimonio, donde sobresalen los Tejidos y Tapices, o la joyería de autor y de alta calidad, su último proyecto de creación de piezas catalogadas como “pequeñas poesías portátiles”.

“Es una apuesta de joyería contemporánea con diseños únicos y exclusivos de la marca, con materiales de alta calidad, como plata sterlina y oro, principalmente, a veces con piedras o elementos naturales”, describe González, quien añade que “son muy luminosas y reflejan mucha luz”, entre las tonalidades que ofrece la plata y el blanco mate, con juegos de texturas y formas con líneas orgánicas.

Reconoce a la Agencia Ical que la conservación de patrimonio es un trabajo “un tanto inestable e intermitente”, razón por la que ha aprendido durante estos años a verle el lado positivo y a sacar partido de esos tiempos de espera entre proyectos y aprobación de presupuestos, o en los habituales tiempos en soledad fuera de tu casa.

De todo ello, y de la necesidad para seguir desarrollando su lado creativo y plástico, nace la marca de Eva Gonzóñez, con Joyería de autor (@gonzo_joyeria), dado que la palentina es conocida en los proyectos artísticos como Eva Gonzóñez. Una marca con la que “se conecta a través de las piezas con un rincón de la naturaleza”. 

Al igual que con cualquier disciplina artística, la joyería de autor “debe tener ese sello de identidad y esa firma que hace reconocible una obra”. Sucede con los pendientes Erizo. “Rápidamente recuerdas y te sientes más cerca del mar. O con el broche ‘Hojuela dispuesta a comerse el sol’, donde llevas cercano al corazón un pedazo de un pequeño bosque inventado”.

Materiales naturales

Deja claro que son joyas con un diseño exclusivo y realizadas de manera artesanal y manual con materiales de alta calidad, pensadas para ser duraderas y que adquieran además un valor intrínseco, cada vez mayor. “Mi filosofía de trabajo prioriza la calidad antes que la cantidad, y la lejanía por la cercanía”. 

Además, las obras se trabajan en Castilla y León, por lo que son de ‘kilómetro 0’. “Se utilizan materiales naturales y procesos de trabajo respetuosos con el medio ambiente sin dejar residuos. Todo es reutilizable a través de la fundición, otorgando a los restos segundas vidas”, agrega.

“Creo muchísimas piezas únicas, pero para poder trabajar con tiendas y tener algo de ‘stock’, hago pequeñas producciones limitadas de algunas joyas, tanto en plata como en oro, en una forma de trabajar muy alejada de lo que se conoce como trabajo en serie.

Y es que, Gonzóñez lleva a cabo muy pocas unidades, con un proceso artístico y técnico, como es el proceso de microfusión, que permite “el nivel de detalle de las piezas escogidas”, de la mano de un trabajo con “mucho mimo”.

No obstante, añade que otra parte importante se centra en la personalización de joyas, como las alianzas, donde se trabaja “desde cero la historia y la estética de cada pareja”. A mayores, apunta que suele tener encargos con reutilización de oro de joyas antiguas.

Marca Palencia

Subraya que trabaja como restauradora a nivel nacional, intentando que el mayor tiempo posible sea en Castilla y León, pero normalmente pasa temporadas en Madrid. “Pese a mi gran desplazamiento, casi continuo, tengo mi casa en Palencia, por eso de que uno siempre vuelve a sus raíces. He apostado por una vivienda más grande, donde he acondicionado el espacio para poder trabajar por temporadas”. 

En el caso de la joyería, aclara que aprovecha los momentos de espera entre proyectos, para diseñar, trabajar y terminar piezas. Y es que, la mejor manera de darse a conocer es satisfacer a los clientes, con joyas que “hablan por sí mismas, con calidad y diseño a partes iguales”. 

“El boca a boca es cómo mejor se puede hablar de mi trabajo. Aunque, me encanta colaborar y hacer exposiciones, desfiles, colaboraciones y eso también ayuda a llegar a un mayor número de personas, pero, en mayor medida, a conocer gente muy interesante, abrir la mente, crecer, evolucionar y tejer redes”, agrega.

La artista recalca que le gusta atender de forma personal, porque con los diseños personalizados “es imprescindible este contacto”. Aun así, hay ocasiones en las que no es posible, por lo que las joyas se pueden encontrar en algunos comercios palentinos donde muy amablemente te dejarán probar y verlas en directo; como Filatelia Soledad y la tienda Eutopia, ambas en la capital, o el taller de tatuajes de Sara Macho (@saramv93) cercano a Guardo.