Rosa López

Rosa López

Televisión

El mayor perdedor de un talent show, el concursante que gana

2 octubre, 2020 04:56

Pirro, rey de Epiro, ganó una batalla contra los romanos, pero le costó la vida de miles de sus hombres. Desde entonces, llamamos "victoria pírrica" a aquel triunfo cuyos daños colaterales son tan grandes que podría llegar a considerarse un fracaso. Sí, sé lo que estáis pensando, estamos en el siglo XXI y podríamos actualizar nuestras expresiones, así que propongo que a partir de ahora se sustituya victoria pírrica por victoria en un talent show.

Seamos honestos, vencer en un talent show no vale para nada. Es cierto que pasarás a la historia como el ganador del programa, pero eso no es más que un título que no conlleva éxito y riquezas. Es más, el peso de esta etiqueta puede hundir la carrera de cualquier artista.

La práctica totalidad de los talent show que conocemos ofertan como premio la publicación de algún producto de manera casi inmediata. Tenemos discos de vencedores de La Voz, Operación Triunfo o Factor X y libros de recetas de MasterChef o Top Chef que no han disfrutado del tiempo necesario para ser preparados. 

¿Realmente los vencedores han podido crear las obras que ellos hubiesen deseado? La respuesta está clara: no. Me niego a pensar que el 90% de los cantantes que entran en un talent show sueñan con hacer un disco de versiones, pero es lo que nos encontramos en las estanterías de las tiendas de discos una semana después de haber elegido un ganador.

Sin embargo, aquel que queda segundo se vuelve a casa con las manos vacías, pero ha disfrutado de la misma plataforma mediática que su rival. Es decir, se lleva el reconocimiento del público, las mismas horas de televisión desde donde ha mostrado sus habilidades y lo más importante de todo: tiempo.

Vega, Pablo López, Gemeliers, Nena Daconte, Edurne, Manu Carrasco o Paula Rojo sí que han logrado encontrar su sitio

Los que no ganan se dan a conocer, pero pierden la presión mediática, lo que permite que trabajen en las creaciones que realmente ellos disfrutan, no tienen el hándicap que el vencedor sí que sufre. Es por ello que artistas como Vega, Pablo López, Gemeliers, Nena Daconte, Edurne, Manu Carrasco o Paula Rojo sí que han logrado encontrar su sitio, gracias a que han podido centrarse en hacer lo que les gusta y les representa, mientras que aquellos que ganaron el talent show se vieron obligados a sacar un disco que no les pertenecía, que sólo era un caramelo para las casas discográficas que deseaban vender discos utilizando la popularidad del vencedor.

No solo en programas musicales

Puede parecer que esto sólo ocurre en los programas musicales, pero nada más lejos de la realidad. Tenemos el ejemplo de Carlos, vencedor de Masterchef 3. Nada más salir de las cocinas de Eva González se ha unido a la caravana de food trucks de Paula Prendes, siendo el concursante que ha ejercido como reclamo para atraer al público que ya le conocía. Está en Cocineros al volante debido a su popularidad, y TVE utiliza su imagen para captar seguidores, mientras tanto Sara, segunda expulsada de su edición, explicaba el día de la final que ya estaba trabajando en el restaurante de Jordi Cruz. Teniendo en cuenta que ambos soñaban con ser cocineros ¿quién ha triunfado realmente?

Dicho todo esto, y si sueñas por dedicarte a aquello que te gusta, no lo dudes, preséntate a un talent show para mostrar al mundo tus habilidades, pero recuerda que si no ganas no se acaba el mundo, sino todo lo contrario, ya que el triunfo puede convertirse en el principio del fin.