
Alberto Chicote en ‘Batalla de restaurantes’.
Adiós a ‘Batalla de restaurantes’: una segunda temporada sobresaliente que ha marcado récords de audiencia en laSexta
El programa de laSexta finaliza esta noche sus emisiones, con una tercera edición ya anunciada por Atresmedia.
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Buscando la mejor sopa castellana de Valladolid. Así se despide esta noche la segunda edición de Batalla de restaurantes en laSexta, con una entrega que estará a la altura de las anteriores (y que, por momentos, hasta nos dará algunos de los mejores momentos de la temporada).
El concurso culinario que conduce Alberto Chicote llega a su final tras diez entregas que han resultado una auténtica delicia, por encima si cabe de los capítulos de la primera etapa. Como ya apuntábamos en estas páginas con su primera noche, los participantes venían ya resabiados, con los cuchillos en alto, y no han dejado títere con cabeza cada vez que han tenido ocasión.
Ha sido una temporada llena de conflicto, rozando más la telenovela que las peleas de reality show. Juegos de poder, estrategias, puñaladas por la espalda y hasta cucarachas campando a sus anchas en los restaurantes que hemos visto durante los dos últimos meses y medio que han dado como resultado un entretenimiento sobresaliente.
Hay que alabar lo ligero que se hace ver este programa. Da gusto ponerse delante de la televisión, y mira que puede resultar difícil no acabar con acidez por alguno de los participantes con los que hemos ido a almorzar desde el sofá de nuestra casa. Porque ha habido dueños y gerentes que iban sobrados de prepotencia, que se creían los reyes del mambo, y a los que bastaba con quitarles una rejilla de ventilación y sacar de allí petróleo para demostrar que no es oro todo lo que nos dicen que reluce.
Ha habido intentos de atacar al rival de todo tipo. Lo más común ha sido el pedir para comer el producto que peor aspecto tuviese en la nevera. Y que una vez llegase a la mesa se oliese, se criticase y se apartase a un lado. Aunque también había algún astuto que quería degustar justo lo que no habían visto. Que en la carta hay jamón serrano de calidad y no se ha visto una pata dentro de las cocinas, allá que se le pide una ración al camarero, para poder lanzar dardos con fundamento.
El Alberto Chicote de Batalla de restaurantes no es el de Pesadilla en la cocina. Él aquí no alza la voz, no protesta, no le dice a nadie como tiene que hacer las cosas. Come, pregunta opiniones y puntúa. Al menos, en teoría, si todo transcurre tal como debería.
Este curso, Alberto ha tenido que alzar la voz, ha tenido que pedir a concursantes que no se coman los platos que les ponen por delante porque huelen mal, él mismo ha devuelto platos aunque no suele hacerlo en este formato, y hasta ha apartado pelos de su plato sin saber si son de origen humano o animal. Todo sin perder la compostura, aunque hubiese tenido que contar hasta 20 para mantener el temple.
Su papel de conductor ha sido excelente, y destaca cómo sabía meter muy bien el dedo en la herida en la parte final de las puntuaciones. Él ponía en bandeja que los concursantes pudiesen ajustar sus cuentas; aportaba la cerilla y la gasolina, y ellos solos ya acababan ardiendo ante su atenta mirada.
Los cambios que se han llevado a cabo en la temporada también han favorecido el ritmo, en especial, en lo referido a la entrega del premio de 10.000 euros, justo tras el ajuste de cuentas. Y también se agradecen esas pequeñas entrevistas de Chicote con los dueños de los negocios, para conocer más sus historias.

Alberto Chicote en la entrega de esta noche de ‘Batalla de restaurantes’.
Renovado
La actual edición de Batalla de restaurantes ha sido todo un éxito en laSexta, y ha crecido en esta segunda temporada. Así, no sólo ha mejorado su rendimiento respecto a la anterior (+0,7 puntos), sino también en la franja de los martes en temporada (+0,5 puntos) hasta alcanzar una media del 5,8% de cuota, 530.000 seguidores y más de 1,6 millones de espectadores únicos.
El programa capitaneado por Alberto Chicote lidera igualmente sobre su inmediato competidor y cerró el pasado mes de febrero su mejor mes de la historia (6% de cuota de pantalla). Después de los buenos resultados cosechados por el espacio, convirtiéndose también en uno de los programas más seguidos en atresplayer, volverá con una tercera temporada, tal como ha anunciado Atresmedia.
La mejor sopa castellana
En la última entrega de la temporada, la ‘batalla’ será en Valladolid. Tierra de vinos, pero también tierra de vientos fríos cuando llega el invierno, y donde no hay mejor forma de combatir las bajas temperaturas que con una buena sopa castellana. Este plato no falta en la carta de los cuatro restaurantes que competirán en este último capítulo de la temporada por llevarse los 10.000 euros. La ruta comenzará en Marieta, una apuesta muy personal de Guillermo Simo, y, seguidamente hará parada en Que hierva, de Aranza Losa. La tercera parada será en la tradicional Brasería Los Charros, de la mano de su cocinero Santiago Rodríguez. Finalmente, la ruta terminará en Hasta la Peineta, con la propuesta que defenderá su jefe de cocina, Álex López.