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La brecha del dólar

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Zeus siente un fuerte dolor de cabeza y pide a Hefesto, su hijo, que le abra el cráneo con su hacha. Así, de la brecha abierta en el cráneo de Zeus, surge Atenea. Pero antes, Zeus había tragado a la titánide Metis, la Inteligencia, que esperaba un hijo suyo. La tragó para evitar una profecía según la cual ese hijo le arrebataría el trono.

El poeta cree que Metis es comparable al premio Nobel, Luc Montagnier, el más sabio entre los virólogos. De él son estas inquietantes palabras: “las nuevas variantes son el resultado de la vacunación. Un error científico y médico inaceptable. El virus muere o encuentra una solución. Después de ser vacunados se enfermaron de Covid. Están creando variantes que son resistentes a la vacuna. Los epidemiólogos lo saben, pero callan. Son los anticuerpos producidos por el virus los que permiten una infección más fuerte. El anticuerpo se adhiere al virus, desde ese momento tienes los receptores, los tenemos en el macrófago, etc. Esto potencia al virus”.

Naturalmente, estas palabras ofendieron a los dioses, a la OMS, a la Agenda Globalista 2030 y a la industria farmacéutica, etc. que desataron contra él una propaganda infernal, titánica, a través de los medios informativos que sobreviven sometidos a su dictadura: la inmensa mayoría. Luc Montagnier falleció el 8 de febrero de 2022, pero Atenea, la diosa inmortal de la guerra y la sabiduría ha surgido en medio de la brecha abierta despiadadamente en el cráneo social por el dólar inflacionario.

LA BRECHA DEL DÓLAR

Si curan la enfermedad,

pueden matar por error,

pero hallan su salvación

en la obediencia gremial.

No hay galenos celestiales,

mas ocupan tanta altura

que hasta el águila se apura

por buscar otros lugares.

¡Viva la seguridad

del protocolo y receta,

los dogmas y la probeta

del Boletín Oficial!

Morirse sin estadística

es libertad peligrosa,

no se necesita autopsia

en la evidencia científica.

¡Oh, dioses de los oremus!

de la cámara euro estrecha,

vuestra vida tiene fecha

en la cabeza de Zeus,

¡oh, dólar! dolor siniestro,

¡fiat! que cría y que crea

la ilusión en que Atenea

muere en la brecha de Hefesto.