Opinión

Similitudes y diferencias II: la Covid y el desastre nuclear de Chernóbil

Chernóbil.

Chernóbil.

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En esta pandemia de Covid decidí que iba a releer el libro y ver una de las series más famosas de la plataforma HBO: Chernóbil, y les prometo que no soy nada masoquista. El desastre de la central nuclear hoy ucraniana y antes soviética se produjo día 26 de abril de 1986, a la 1 h, 23 minutos y 58 segundos como así lo hace constar Svetlana Alexievich, en su libro Voces de Chernóbil, y fue considerado como el desastre tecnológico mas grave y más importante suceso de la URSS en el siglo XX, tras las 2 guerras mundiales. Gorbachov, entonces primer ministro de la Unión Soviética dijo que tal vez el desastre de Chernóbil fue el comienzo de la caída de la Unión Soviética, de la cual aún no se ha enterado Fernando Simón.

La tragedia de Chernóbil en la Unión Soviética (1986) y la pandemia del coronavirus en España (2020) (sálvese las diferencias) han tenido, en mi modesta opinión, dos factores comunes muy interesantes y significativos, que, si me permiten, les voy a exponer:

a) Por un lado, un gobierno comunista allí y socialcomunista, aquí, con las mismas características: ignorancia, desorganización, ideología política antes que salud de los ciudadanos, falta de previsión, sin preparación ni formación, lleno de burócratas, arrogante, prepotente, caso omiso a los expertos científicos en el tema y finalmente huida de sus políticos y abandono del pueblo soviético (y español, aquí) a la hora de la verdad.

El portavoz científico tenía que ser el ministro de Sanidad (o algún científico nombrado para ello) y este era un triste filósofo y alcalde de su pueblo catalán, que, conociendo (supongo, pensando bien) la frase de Sócrates de "solo sé que no sé nada" al llegar al Ministerio, no tuvo otra idea más feliz que nombrar a Fernando Simón como su “experto científico oficial” y ni siquiera nombró comité científico de expertos, ni convocó en todo su mandato al Comité Asesor del Ministerio de Sanidad. Solo un mediocre o un ignorante, en el caso de Salvador Illa y el presidente Sánchez, creo que ambos conceptos les quedan bien, muy bien, magníficamente bien, se rodean y conforman con otro mediocre e ignorante como Fernando Simón. Y así nos ha ido.

Pablo Iglesias el comunista del gobierno, abandonó a los ancianos que han muerto masivamente en las residencias de mayores y desde el día 19 de marzo de 2020 que dijo que “aceptaba con honor la colaboración al gobierno con las residencias de mayores” y que iba a dar 300 millones para las residencias (¿dónde están los 300 millones?), ha estado totalmente desaparecido en su magnífica casa de Galapagar. Exactamente igual que sus “colegas” soviéticos con el abandono del pueblo ruso, sobre todo los ucranianos y los bielorrusos. Se nota que todos han aprendido en la misma fracasada escuela (Rusia, Cuba, Venezuela, Bolivia, Ecuador, etc.) los “valores” comunistas.

La cifra oficial de muertos tras aquella catástrofe nuclear de Chernóbil es todavía, en el año 2020, para las estadísticas oficiales de Ucrania, de …31 muertos (????). La realidad es que hubo muchos miles de muertos, pero para los gobiernos comunistas parece ser que “los que no se cuentan, no existen”, ¿verdad Dr. Fernando Simón?

La cifra oficial de muertos en España, yo creo que el gobierno ocultará siempre el dato, pero como afortunadamente estamos en España y en 2021, y no en Ucrania en 1986, creo que sobrepasaremos a las 100.000 personas (ojalá que no lleguemos a las 200.000), aunque dicen los expertos que no lo sabremos hasta el 2022. Si llegamos a saber la cifra real algún día, nos asustaremos.

b) Por otro lado, unos auténticos valientes allí, los “voluntarios liquidadores” soviéticos y aquí los médicos y sanitarios españoles. Gracias a ellos, a su sentido del deber y a su patriotismo, el desastre se quedó en Ucrania y no afectó a toda Europa de una forma irremediable. Los mismos valientes han estado aquí en España, representados por los médicos, enfermeras, farmacéuticos, auxiliares, celadores, limpiadoras y demás trabajadores del hospital y centros sanitarios, además de policías, guardia civil, ejército y religiosos católicos (¿dónde estuvieron las demás religiones?), que, trabajando sin la más mínima protección profesional, por negligencia de los responsables sanitarios Salvador Illa y Fernando Simón, para evitar el contagio del virus, sobre todo al principio, han dado una muestra del sentido del deber y patriotismo del pueblo español.

El pueblo ruso y el pueblo español tienen mucho más en común de lo que muchas personas se creen. Esta crisis sanitaria me lo ha demostrado otra vez, aparte de muchas páginas de nuestra historia.

¿Por qué si no España y Rusia, aparte de tener las dos historias más fascinantes y completas del mundo, según el historiador norteamericano Stanley Payne, son los únicos países conocidos y que al nombrarlos se les antepone el sustantivo Madre en “Madre Patria y Madre Rusia”?