Después de casi un año de pandemia en el mundo, con más de 100 millones de casos y millones de fallecidos, han comenzado hace un mes las vacunaciones a la población.
El ritmo de vacunación en los diferentes países es muy desigual.
Países que han puesto todo el empeño en hacerlo cuanto antes con los medios asignados, con formación adecuada para suministrar y aprovechar al máximo los viales y sacar el mayor número de dosis posibles. Todo esto, unido a una buena planificación, protegiendo antes a los grupos de riesgo más vulnerables.
La producción de vacunas por parte de los diferentes laboratorios implicados, las nuevas vacunas que sacarán otros, la máxima producción, su logística, distribución, la planificación y formación son esenciales para que todo se complete en el tiempo corto posible y con la mayor eficiencia.
Ahora es una lucha contra el tiempo, cuanto antes la humanidad esté inmunizada para este virus, antes podremos volver a la normalidad.
Ahora la prioridad es esta. No es tiempo de banalidades.