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El culpable del repunte

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Ya es evidente que estamos en la segunda “Ola” y en pleno repunte de contagios, y ahora toca investigar de quien es la culpa. Todas las fuerzas mediáticas ya están investigando y contándolo en tertulias radiofónicas y televisivas, hay versiones para todos los gustos, que si el Gobierno de la nación, que si el gobierno de la comunidad autónoma, que si PSOE, que si PP, que si UP, y también hay quien culpabiliza a Fernando Simón, y sin olvidarnos del experto tertuliano “cuasi-periodista” que culpabiliza al inexistente “Comité de Expertos”, este tertuliano es el que no se entera nunca de nada.

La verdad, sí es cierto que la clase política es la principal responsable del repunte, con sus posiciones partidistas y poco consensuadoras. Preocupados más en subir en las encuestas que en bajar el numero de contagiados, preocupados más en quedar bien con sus votantes que en controlar el mal que es el virus, preocupados más en oír esas voces de ultratumba del “Comité de Expertos”, que de escuchar a los profesionales sanitarios, fuerzas de seguridad, científicos, etc. que se enfrentan día a día a las consecuencias de esta pandemia.

Pero también hay otros culpables que tienen nombre: “Menganito”, “Fulanito” y “Zutanito”, y que el apellido se lo podemos poner nosotros. Sí, los ciudadanos tenemos algo que ver en este repunte, teníamos muchas ganas de tomarnos esa cervecita con los amigos, de salir de fiesta, de ir a la playa, de juntarnos con la familia pero no respetamos ni la distancia, ni las medidas higiénicas y luego culpamos al hostelero, que es el que sufre las consecuencias económicas, mientras que nosotros volveremos a sufrir las consecuencias sanitarias y de salud.

Está bien que exijamos a nuestros políticos las responsabilidades suyas sobre sus actuaciones, que encima cobran por ello, y más cuando muchos de ellos durante el confinamiento han cobrado dietas y desplazamientos sin salir de casa, pero debemos exigirnos a nosotros también nuestra parte de culpa, nosotros no cobramos por ello, pero sí pagaremos las consecuencias en nuestra salud, nuestro trabajo y algunos, seguramente los más mayores, con sus vidas.

¡Seamos más responsables que nuestros políticos, por favor!