Ayer estuve viendo una película, que me hizo reflexionar mucho sobre el gran drama de la inmigración, la película era Adú.
Hace reflejo de una realidad que existe en nuestra época y que millones de personas la padecen, personas que se ven abocadas a huir de su país, en busca de una vida mejor, por circunstancias políticas, económicas o sociales.
La gran labor que realicen las ONG, misioneros y todos aquellos que ayudan e intentan que progresen en sus países.
Esa mirada tierna, inocente y con ganas de vida que transmite Adú, esos dramas que sufren millones de personas por la injusticia, que se ven abocados a dejar sus países con la ilusión de encontrar una vida mejor.
Todos debemos aportar para que como sociedad contribuyamos a paliar estos graves problemas desde la solidaridad y el compromiso de crear una sociedad más justa.
Que esa mirada agrande nuestros corazones.