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Lo sabían

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Debido a la ausencia de periódico en papel, desde que el confinamiento me obliga a la lectura de diarios en forma digital, he encontrado la oportunidad de ordenar y depurar recortes y fascículos que tenía almacenados como recientes pero cuya obsolescencia se podía atisbar. Había un poco de todo, desde un interesante repaso a las bodegas y vinos valencianos a artículos de opinión destacados. El confinamiento o encarcelamiento, tiene también sus aspectos positivos.

Hoy le ha tocado a un artículo publicado en El Mundo el 30 de mayo de 2019. ¡Justo hace un año! Qué cosas tiene la vida. Y además se titula Cumpleaños de Alfonso Guerra. Pues de eso se trataba, festejar entonces su 50º aniversario (hoy tendrá 80). Lo primero que me pasó por la cabeza es pensar que qué me importaba a mí aquello. La segunda, que porqué lo había recortado y guardado. Y eso me intrigó lo suficiente como para no desecharlo automáticamente y empezar a leerlo de nuevo.

Terminé su lectura sorprendido. Sorprendido por las cosas que pasan en España y al ver porqué pasan. Los viajeros ingleses y franceses venían a la España del s. XIX para encontrarse con un país misterioso y romántico, con costumbres estrafalarias y pintorescas. Bien, pues en bastantes aspectos podrían seguir llevándose la misma impresión ahora, o, siendo algo serios, nos deberíamos indignar con nuestra realidad española.

Cuenta el autor del texto, D. Francisco Vázquez, relevante socialista, cómo se reunieron otros compañeros y amigos socialistas con D. Alfonso Guerra, más que relevante socialista y a la sazón entonces, vicepresidente del Gobierno y vicesecretario general del Partido Socialista. Ahí es nada. Un cumpleaños de excusa y un restaurante palaciego de postín.

El relato lo centra en su charla sobre los nacionalismos en auge y su peligro para dividir España. Tomaron referencia de Yugoslavia, gobernada por comunistas, que acababan de dividir el país en seis repúblicas, siete fronteras interiores, tres religiones y dos alfabetos. Guerra decía que la constante deriva de concesiones a los nacionalistas era iniciar la voladura constitucional del estado y que había que hacer frente a sus desafíos en España.

Entraron en detalles de la instrumentalización de la educación y la lengua, la persecución de la lengua común española, y el adoctrinamiento de los futuros votantes. Destacaban la ruptura, ya, de la unidad y la movilidad administrativa, judicial, educativa, sanitaria, económica, funcional y funcionarial de los españoles. Incluso citaban que la propuesta de ir a un estado confederal era sólo un paso previo a la desmembración de España. No quiero resumir más el texto, es mejor leerlo entero.

Eso fue hace 30 años. Treinta. Tres décadas. El gobierno y el Partido Socialista de entonces, ya eran conscientes del peligro que se estaba creando y las consecuencias que tendría la deriva nacionalista y las concesiones que se les hacían. Lo sabían. Y no hicieron nada. Es más, lo alimentaron. Igual que los gobiernos del PP, de los que se esperaba un cuidado mayor de la unidad de todos. Lo sabían todos ellos. Un político puede ser amoral, pero no suele ser tonto y vive de expectativas y previsiones.

La situación actual de España se acerca mucho a la prevista por este grupo de políticos hace 30 años. Sabíamos, y con esto lo comprobamos, que son culpables de traición a su país. Que no hicieron nada para impedir lo que sabían que iba a pasar.

Un país pintoresco.