Y si los perros hablasen

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Tengo 3, niños digo. Ningún perro, y también tengo 3, pero empresas, cerradas todas, gracias.

Me encuentro encerrado, y si yo con 40 años estoy traumatizado por todo, y no es el encierro propio oiga, ¿cómo gestiono los traumas de mis niños, de mi mujer, de mi sobrino, de mis padres, de mis suegros, de mis hermanos...? Pues lo mejor que puedo, o podemos, llevar las preocupaciones sobre nuestros seres queridos.

Pensando bien las cosas: mi mujer, mis padres, mis suegros, mi sobrino adolescente, mis hermanos, y yo mismo, sabemos que tenemos que estar encerrados, que es lo mejor para todos, pero, ¿y los niños? Los niños escuchan lo que pueden, hacen caso lo que pueden y se conforman lo que pueden, que es muchísimo. Me atrevería a pensar incluso que son tan héroes como los que más, y ni lo saben. Hoy les pondré el Resistiré.

Pero claro, si todos nuestros seres queridos están a la altura, ¿cómo es posible que sacar el perro sea motivo de discusión? Fácil "querido Watson", porque hemos humanizado a los perros hasta un punto inhumano.

Sin acordarnos que son animales, tenemos perros en pisos y casas... pero oiga, necesitan estar en la calle, aunque el chalet de mi vecino mida 1.500 m2, con 5 dormitorios, jardín y piscina, tengan dos perros enanos y sus dueños los utilicen como seguridad privada en caso de ser atacados por la autoridad local. Válgame el señor. Esta es la autentica necesidad, habida cuenta, salir a la calle con excusa.

Por tanto, deben de salir a la calle no por sus necesidades, porque si lo hicieran por defecar u orinar, en casa las limpiaríamos, que menos con las de cacas y pipís de mis propios hijos que he limpiado yo... puestos a humanizar digo; pero acordándonos que, para eso, sí son animales domésticos y de nuestra responsabilidad, hombre por favor.

Entonces tienen que ir a la calle, ¿porque se estresan? ¿Porque necesitan estirar las patas? ¿Porque es una necesidad? ¿Una primera necesidad? ¿Porque le generan un trauma? Ahhhhhhh... ¡y los niños no!

Si vamos a humanizar, humanicemos: démosles raciocinio humano, y hagámosles preguntarse cositas y responderlas, obviamente no los vamos a poner al frente de un gobierno para salvar miles de vidas, eso no.

Se enfrentarían a sus dueños, eso sí; con lo humano que seguro serían, y les gritarían, porque no habría otra opción de casi hablar teniendo en cuenta que estarían con la soga al cuello y en el quicio de la puerta.

Quizás entonces, si los perros hablasen, dirían: "Yo me quedo en casa, y tú también", por mucho que lo diga el Gobierno.