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España va camino de la indignidad y el deshonor

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Definitivamente el capitalismo, o sea, el sistema de mercado que ha permitido al mundo, tras la Segunda Guerra Mundial, reducir en más de un 80% los índices de hambre, mortalidad infantil y analfabetismo, va camino del suicidio. E inconcebiblemente, lo hace con capital que financia ¡al marxismo cultural!, que no solo sigue vivo tras generar 120 millones de muertos y miles de millones de pobres desde 1917 a 1989, sino que controla los grandes medios de comunicación y la inmensa mayoría de escuelas, universidades, jueces, asociaciones vecinales, deportivas, feministas, ecologistas, y todo lo que se os ocurra que rime ideológicamente con marxista.

La estrategia está clara desde hace décadas:

- Denostar la religión para imponer la suya (el marxismo maquillado de progresía).

- Desmontar el concepto de familia tradicional quitando, además, la autoridad a los padres.

- Manipular la educación desterrando los conceptos de mérito y responsabilidad, a base aprobar a todo niño hasta que ¡ingresa en la universidad con menos cultura general que un niño de cuarto de primaria en los años 60! Para eso ya se encargaron de quitarles a los profesores todo atisbo de autoridad, y de ir relevando a los "antiguos", por toda una secta de progres cuya excelencia o incapacidad académica no cuenta.

- Borrar del imaginario social el concepto del honor, en el que se basó siempre la convivencia y el respeto. O sea, tú podías discrepar e incluso odiar a otro tipo, pero jamás incumplir tu palabra ni ante él ni ante nadie.

Con esas recetas, la degradación intelectual y moral de la sociedad va pareja a la de sus líderes políticos. Parece increíble que usted o yo podamos ser juzgados y condenados por incumplir un contrato verbal si hay uno o dos testigos creíbles de la acusación, y que sin embargo pueda presidir España un tipo que se ha ciscado en las cláusulas fundamentales del contrato verbal que ofreció a sus electores y al resto de españoles ante millones de testigos. A Sánchez le sale la ilegitimidad por las orejas, y si hubiera sentido de la justicia en este país, sería absolutamente ilegal su investidura.

A partir de ahí, obvia la indignidad del Dr. Fraude y la posición felatriz de su bancada de paniaguados, la responsabilidad está en esos millones de españoles que justifican semejante canallada política y ética. Si tú eliges presidente de tu comunidad de vecinos a un tipo que te promete echar a unos okupas y evitar que presidan quienes pretenden dejarles vivir allí aunque no paguen ni la luz, y tras la votación resulta que tu candidato te ha 'engañao' y habilita más espacios comunes para los okupas, pues lo mismo vas a partirle la cara al embustero. Si pasas del tema, significa que tu concepto del honor es nulo, y que te importa un carajo si tu presidente es derecho o traidor, como dice el tango Cambalache.

Y el debate es ese. Puramente ético. Nadie, repito, nadie con un mínimo concepto del honor y de la dignidad puede votar a Pedro Sánchez. Jamás. Y no es porque pacte con comunistas, con delincuentes y hasta con proterroristas. Es porque prometió no hacerlo. Y si tú, en tu vida normal, nunca aceptarías tamaño embuste tras la promesa incumplida en algún asunto importante por parte de un amigo, de un vecino o de un socio que te traiciona, ¿por qué te tienes que quedar indiferente ante lo que este tipejo está perpetrando cuando además sabes que se carga España?

Esa es la lección. Una sociedad madura y bien formada en valores debería negarse a aceptar esta morralla moral, y trasladar esa rebeldía mediante manifestaciones multitudinarias (decepcionante inanidad de la derecha ante este atropello histórico a la decencia). De no ser así, estaremos en manos ese gurú mafiosete que es Iván Redondo, que de vivir en un país serio, debería huir a las antípodas tras el engaño obsceno de su jefe. Y lo que es peor, será la consolidación de esa mafia radio-televisiva con La Sexta y Prisa al aparato. De seguir todos calladitos, esa secta mafiosa, junto al resto de bazofia mediática, verán que pueden mantener el momio a base de blanquear chavistas, ERE, etarras, golpistas y manejos turbios con narcodictaduras.

Son esos medios que se las apañan para inyectar en las meninges del pueblo mantras tan surrealistas como que el axiomático hundimiento económico y del empleo que conlleva cada gobierno de "la PSOE" es preferible al fascismo... Claro, pero lo que callan es que el único fascismo en España desde hace 40 años es el de izquierdas. Y mientras falsifican la realidad, España, conducida por la izquierda 'vendepatrias' y ante la indiferencia bobalicona de millones de votantes, se dirige rauda hacia la indignidad y el deshonor. Ustedes verán.