España no se va a romper

El Zar ruso es dueño de un pueblo que más tarde o temprano se rebelará contra el siniestro pianista, que muestra su ego, creyéndose un personaje creado a su medida y con el objetivo de someter al pueblo.

En el otro lado del charco, tenemos al eterno adolescente, que pretende ser el poderoso e invencible emperador romano, que no oculta su despotismo al mando la nación más poderosa del mundo, no ocultando que están dispuestos a destruir naciones, para apoderarse de sus recursos naturales.

En España, el gobierno pone nervioso al poder que hay detrás de la hidra, que echa espuma al ver peligrar su privilegios. El gobierno tendrá sus aciertos y sus errores, nadie está libre de actuar con sus propios intereses que se enfrentan a los de los otros que gritan mucho y amenazan más.

Somos un país diverso, una potencia media entre el gran Zar que busca venganza por la guerra de los Balcanes y Calígula que dice que España es un gran país, habiendo amores que matan.

Debemos ser un país unido teniendo en cuenta nuestra diversidad, no cayendo en la trampa que han tejido para frenar nuestro avance.