Blog del suscriptor

¿Por qué los políticos no defienden la empresa familiar?

  1. Blog del suscriptor
  2. Opinión

En las empresas familiares la voluntad del empresario va encaminada por encima de todo a garantizar la continuidad del negocio, y de los puestos de trabajo, aunque ello conlleve la pérdida de beneficios. La lealtad, el compromiso y la responsabilidad social corporativa son valores que las distinguen, y valores que proyectan a su equipo humano.

¿Por qué los partidos políticos, por qué los gobiernos, no se comportan como una gran empresa familiar? ¿Por qué buscan sus beneficios partidistas, o el beneficio de unos pocos, en lugar del beneficio de toda la sociedad?

Según los datos del Instituto de la Empresa Familiar, estas compañías representan el 88’8% del tejido empresarial privado de nuestro país. Las compañías de este tipo son responsables de la creación del 66’7% del empleo privado (sin incluir autónomos), lo que equivale a cerca del 6’58 millones de puestos de trabajo en nuestro país. Por cada nuevo puesto de trabajo, se generan en algunas ocasiones hasta cuatro empleos indirectos.

Vivimos en un país libre, pero cada día nos sentimos más prisioneros. La mayoría de nuestros políticos, juegan con nuestros derechos, entre ellos nuestros derechos laborales, se pelean unos con otros prometiendo falsas esperanzas, ocultando la verdad por miedo a perder electores. ¿A quién creemos? La corrupción se extiende a todos los ámbitos de la vida. Los políticos buscan ganar las elecciones, aunque sus medidas electoralistas conlleven el cierre de numerosas empresas familiares y consecuentemente la pérdida de muchos puestos de trabajo.