Claves y llaves de la victoria de Budapest

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Las elecciones municipales de Hungría han cambiado el panorama político del país, e introducido un importante giro en la, hasta ahora, geografía política magiar. Por primera vez en más de una década, los partidos de la oposición, que se han coaligado, han conquistado Budapest capital y 11 de las principales ciudades de los condados en que se divide el país: Hódmezővásárhely, Érd, Dunaújváros, Pécs. Miskolc, Eger,Tatabánya, Békéscsaba, Szombathely, Szeged y Salgótarján.

El censo electoral supera los 8 millones, del cual han ido a votar, en esta ocasión el48,58%, porcentaje algo superior al de anteriores elecciones en la última década, y en Budapest los votantes superaron el 50%. Gergely Karácsony fue elegido como alcalde principal de Budapest. Estudió sociología en la universidad de Budapest, y ha trabajado como politólogo y profesor universitario. En el año 2014 fue elegido alcalde de Zugló (correspondiente al distrito XIV de Budapest) donde gozó de gran popularidad.

Los resultados de la capital revelan que de los 23 municipios (correspondientes a nuestros distritos) 14 han quedado en manos de la oposición coaligada, 2 en manos de candidatos independientes y los 7 restantes en manos del Fidesz-KDNP. Lo que ha supuesto un fuerte varapalo para el partido del gobieno. Entre los 14 alcaldes de la coalicción hay tres mujeres (Márta Váradiné Naszályi, Krisztina Baranyi y Angéla Németh), y ninguna entre los alcaldes elegidos del Fidesz.

Esta victoria, que se asemeja al triufo de David sobre Goliat, si consideramos los medios de comunicación y presupuesto que para la campaña han manejado unos y otros, nos deja varias enseñanzas que es importante precisar:

En primer lugar el 'Partidismo' perdió, no demostró su eficacia, pues fue gracias a la coalición establecida, el que hoy los partidos de la oposición pueden celebrar su triunfo. La unidad hace a fuerza que decimos entre nosotros, y los partidos de la oposición aprendieron que sólo juntos podían ganar y ganaron.

En segundo lugar fracasó la idea de que el dominio de los medios de comunicación de masas es el modo de mantener el poder, este hecho sólo se probó en el medio rural, y en los pueblos, pero no en las ciudades. Sin duda los nuevos medios informales de comunicación o semiorganizada tales como redes telefónicas, de internet, medios electrónicos etc cada vez más están jugando un papel importante entre la sociedad civil.

También quedó demostrada la eficacia del trabajo desarrollado por los candidatos a nivel local y de sus simpatizanes, que llevaron a cabo un trabajo “puerta a puerta” con los ciudadanos muy importante y su presencia abarcó también los centros comerciales y las tiendas de barrio.

Por último hay que destacar la disciplina de los electores a la hora de votar la lista de la oposición, que se distribuyó los puestos entre los diferentes candidatos de los partidos coaligados, pese a que en algunos municipios, los candidatos asignados, no fueran de su agrado.

En cuanto a lo que falló hay que decir que fueron los municipios donde se concentra la industria automotriz, tales como Győr o Sékesfehérvár. Curioso es el caso de Győr, donde volvió a salir el anterior alcalde Zsolt Borkai, pese a haber sido grabado consumiendo drogas y en compañia de prostitutas, escándalo que ha tenido amplio eco en el país, que ha dañado mucho la imagen de Fidesz y del que se espera antes que después le sustituya. La hipótesis del aburguesamiento de la clase obrera, por los altos salarios de que gozan, ya convertida en clase media, se maneja como explicación.

El reto que queda a los líderes de los partidos coaligados , cara la futuro, no es pequeño y tiene principalmente que ver con el control de sus egos, después de esta indudable victoria, y no verse desbordados por ellos, trabajo que para algunos no será nada fácil, el tratar de evitar se conviertan, ellos mismos, en fines de la política, y no en medios al servicio del bienestar, e incremento de las capacidades y madurez de la ciudadanía.

Si los actuales líderes saben aprovechar el tiempo que les queda, antes de las próximas elecciones generales del 2022, y lo utilizan, tanto en profundizar la consulta permanente con los electores, para que puedan aportar también en lo que son asuntos relevantes que les atañen, e inician, asimismo, un proceso de convergencia entre sus partidos, para fraguar una alianza estable y a largo plazo y unos contenidos programáticos que les permitan dotarse de una cultura política común, podrán tener alguna posibilidad de cambio y de derrotar a esa pretendida democracia iliberal, obsesionada por enemigos exteriores, protonacionalista y perturbada que, hoy por hoy, encarna el señor Orbán en Hungría.