Un gobierno autista

Jaume Asens, portavoz de En Comú-Podem en el Congreso. Efe

El pasado 22 de julio, Jaume Asens, líder de los "comuns", la marca catalana de "Unidas Podemos", decidió calificar el discurso del debate de investidura del presidente Pedro Sánchez de "confuso" y "autista", por no hacer referencia alguna al conflicto catalán. Una vez más, un miembro de la clase política española decidió usar la palabra "autista" en su forma más despectiva, para menospreciar a otro ser humano. Y ahora es cuando se espera que haga una disertación sobre lo nefasto de esta manera de expresarse y de la poca empatía que esto demuestra... pero voy a ir más allá. Le voy a recordar que la única acepción adecuada para autista es la de persona con autismo, y voy a ir un poco más allá. Les voy a intentar demostrar que han perdido una ocasión maravilosa de gobernar para los más débiles de la sociedad, de cambiar las cosas para aquellos a los que se supone que tienen que defender, las personas más vulnerables de la sociedad, y sí, también para las personas con autismo.

Ya nadie discute que el PSOE ofreció a Podemos varios ministerios, y en algunos de ellos no existe ninguna discrepancia en las versiones, y hoy aquí voy a centrarme en dos que todo el mundo está de acuerdo que fueron ofrecidos y rechazados, Sanidad y Educación, ministerios que Pablo Iglesias definió como jarrones chinos, que solo sirven para decorar y muy poco más.

Sanidad es un ministerio con las competencias derivadas a las comunidades autónomas, es cierto, pero ¿qué tal si obligamos a las mismas a cumplir la ley? La que ya existe, sin necesidad de cambiarla. Hace pocas semanas, un juzgado de Extremadura dio la razón a unos padres que exigían que su hijo con autismo (o autista, señor Asens, como usted prefiera) tenía derecho a ser tratado por un logopeda del Servicio Público de Salud. Porque quizás algunos no lo saben, pero en España, los niños diagnosticados con Trastorno de Espectro Autista (TEA) dejan de ser atendidos por los terapeutas del sector público al cumplir la edad escolar.

Existe la temeraria idea de que los apoyos que reciben en la escuela suplen esas terapias, pero no es así, y el juez dio la razón a esos padres. ¿Y saben qué? Esta era la quinta vez solo en Extremadura que esto sucedía. ¿Qué tal si usan su jarrón chino para hacer que todos los niños que necesitan terapia la tengan, y no solo aquellos cuyos padres se pueden costear un proceso legal, caro y tedioso? ¿Se imaginan que la Seguridad Social solamente diera tratamiento a las víctimas de accidentes de tráfico que posteriormente ganaran un juicio? Sería una locura, ¿verdad? Y entonces, ¿Por qué los niños con autismo (o autistas, señor Asens, como usted prefiera) tienen que conseguir tratamientos en la sala de un juzgado en lugar de en la de un médico? Pongan a trabajar ese ministerio para que las comunidades autónomas, que tienen derivadas las competencias, cumplan con la legislación.

Y en Educación, La LGE, la LOECE, la LODE, la LOGSE, la LOPEG, la LOCE, la LOE y la LOMCE no han conseguido mejorar el panorama educativo español. ¿Qué tal si en lugar de hacer la octava ley educativa de la democracia, utilizan el ministerio para evitar el bullying en las aulas con una campaña verdaderamente dedicada a eso? Según el Instituto Nacional de Estadística, en España se suicida un menor de entre 12 y 15 años al mes, y si miran ustedes las noticias, es desgarrador ver como las cifras de niños y niñas marcados de por vida crece por la violencia ejercida contra ellos en los colegios.

Hace unos días se podía leer como cuatro adolescentes habían violado repetidamente a un compañero. Esas cuatro hienas, habían intentado sodomizar a su víctima de 15 años, pero al no conseguirlo lo habían violado oralmente en repetidas ocasiones. Y la guinda del pastel era que la víctima no podía salir de su casa por el pánico que tenía, pero los cuatro violadores seguían acudiendo a la escuela normalmente. Y sí, el menor era un niño con autismo (o autista, señor Asens, como usted prefiera) pero a estas alturas, eso debería ser lo de menos. Aunque no lo es, ya que según las cifras oficiales, cerca del 80% de los niños discapacitados sufren bullying en su escuela.

Olvidan que al cargo de ministro, no solo le acompaña un coche oficial y un buen sueldo, también le acompaña una nube de periodistas que permitirían que ustedes pusieran el foco en hacer pública la lucha por la justicia para los más débiles. Y si en el camino, el resto del gobierno, o el presidente en persona, no les hubiera acompañado en esta lucha, los votantes hubieran sabido lo que hacer en las próximas elecciones.

Ustedes han perdido la oportunidad de formar parte de un gobierno, y en él, encontrar su propio espacio y tiempo para cambiar las cosas. Señor Iglesias, señor Asens, les voy a dar una nueva palabra para que la conozcan, es TAKIWATANGA. En maorí se usa esta palabra para definir el autismo. Y la traducción literal es "en su propio espacio y tiempo".