El hombre partido

“¿Dijiste media verdad?

Dirán que mientes dos veces

si dices la otra mitad”. (A. Machado)

Es un hombre tan metido

en su parte que un burdel

es la dulzura de un nido

porque no lo administra él.

Caza siempre en el Ocaso

decadente de esa noria

que al girar hacia el atraso

adelanta más su gloria.

Impávido en la tribuna,

sin empresa es empresario,

de la nada hace fortuna,

su negocio es el milagro.

Toda la pesca que coma,

la pescó en un criadero,

el hambre mejor lo colma

en el vivo cementerio.

Con la ilusión de la gente

todo su programa monta

y dice que así lo siente,

quien lo piense lo desmonta.

Si te cuelga el San Benito

nadie te lo quitará,

dio el nombre al cielo infinito

y a Jesús en el Jordán.

Su conciencia sin igual

rompe todas las balanzas,

no hay albarda nacional

libre de sus enseñanzas.

Disparad contra su luz,

contra el fulgor de su influjo,

con un vulgar arcabuz,

que con fusil es un lujo.