Blog del suscriptor

El gran perdedor

Xabier Fortes modera el debate de TVE.

Xabier Fortes modera el debate de TVE. EFE

  1. Blog del suscriptor
  2. Opinión

Las Españas son de ideas fijas, así, los españoles necesitamos tener un ideario plenamente identificable para nosotros mismos, y hacer piña. En 2017 el Senado aprobó la aplicación del artículo 155 de la Constitución, en esa fecha, el centro político abanderaba la unidad nacional y el liberalismo, amén de otras medidas de calado que se suponía ayudarían a recobrar la idea de país, estas medidas aparentaban tener un horizonte claro y reconocible. 

Desde ese mismo centro, se pregonaba que había surgido “el cambio y la regeneración política”, pero todo eso cambió. El problema que tiene estar en el centro es que, no se es amigo de nadie y enemigo de todos, ya que la ambigüedad del mensaje genera una inseguridad ideológica tal, que es difícil mantener el mismo discurso durante mucho tiempo. 

Así, a falta de fuerza para mantener el equilibrio, ese centro de gravedad política se ha terminado escorando hacia la izquierda, ya no es liberalismo sino socialdemocracia, o dicho de otra forma, PSOE 2.0. Y claro, dos para comer del mismo plato… es difícil; además con la desventaja que, siendo el PSOE el partido de la administración paralela, sabe crear estructuras organizativas, aunque sea con fines espurios, y el centro anda, a estas alturas de la película, enfrascado en luchas internas, nepotismo, codazos y todo tipo de malas artes. Es lo que tiene haber difuminado tu identidad y colocarte en un 2.0, que no eres tú, sino la versión evolucionada de otro partido, llegando a desarrollar también con ello, todas las infamias del partido al que quieres suplantar, es decir, más perniciosos que útiles.

La ciudadanía quiere posicionarse, cada uno a su libre entendimiento, y expresarse, no quiere más ambigüedades, quiere mensajes claros de sus políticos, que los puedan entender, y luego quieren ver que esos programas electorales se llevan a cabo. No parece que sea muy complicado, y no lo es, pero lo hacen complicado.

Esto no lo ha terminado de ver el centro, que no termina de convencer, ya que no solo hay que aparentar algo, también hay que serlo y que los demás lo identifiquen

El centro se desangra sin remedio, el peso de la ambigüedad hace su trabajo, no lo vemos pero está ocurriendo, y es un fenómeno llamado centrifugado del electorado, consistente en la polarización del elector, es decir, ante la falta de calado de mensajes claros, el votante elige espacios políticos bien definidos. La situación es peliaguda para el centro, que se creía el chico guapo y listo de la clase, pero resulta que no es tan guapo como se pensaba cuando se miraba tantas veces al espejo, ni tan listo como para ver que el centro es un segmento atomizado del electorado, ya os he presentado a quien va a ser en las próximas elecciones…el gran perdedor.