De nuevo vuelven los fantasmas del pasado, aparecen las tiritas mal pegadas en la herida y una vez más se desata la polémica de un olvido legal hasta que regresa.
Eutanasia, cuya definición es “acto de provocar intencionadamente la muerte de una persona que padece una enfermedad incurable para evitar que sufra”. No es un asesinato ni homicidio ni tampoco es un suicidio, aunque hay cierto partidos políticos empeñados en igualar el suicidio con la eutanasia. Se ha hablado de la eutanasia años, siempre para prohibirla o para dejarlo parado, se ha denunciado y sufrido hasta el último segundo de vida para intentar vencer esa Ley que prohíbe la eutanasia.
Se intenta justificar que la eutanasia no debe producirse porque existen los cuidados paliativos, amigos míos, los cuidados paliativos no evitarán el dolor y sufrimiento que padece una persona durante más de veinte años con esclerosis múltiple, por ejemplo, y aquí no hay disputa, puesto que el nivel político hoy en nuestro país es el que es, me atrevo a decir que metan las narices en los asuntos que manejan verdaderamente, si es que hay alguno que lo controlen adecuadamente, a día de hoy, lo dudo.
Mientras seguimos con una barrera para escarmentar sin sentido un acto de amor o bondad, es mucho más simple que todo lo que no están diciendo frente a un ideal: la persona sufre, la persona expresa que quiere dejar de sufrir, no hay curación, ¿resultado? No hace falta imaginar mucho, el problema es que en este país se confunden o interesa que se confundan las cosas, no hay que mezclar religión con esto, no hay que mezclar política con esto, hay que legislar por el bien del ciudadano y persona, en este caso enferma, en estos casos enferman los de alrededor y quien tiene que soportar la condena impuesta es el cónyuge, amigo/a o familiar.
En un país que procedemos a salvaguardar ciertas cosas por “el bien de España” un país que sufre las consecuencias de una legislación poco actualizada por unos gobiernos poco avanzados y que de verdad quieran el bien de España, porque ¿Qué es esto último?
¿Acaso el bien de España es el bien de la Iglesia, o de los políticos, o de lo que uno cree que está bien o mal sin padecerlo?
Queridos, hablamos de un país que no quiere meterse en “camisas de once varas” y menos en campañas, los que no han aprobado nunca una ley que permita que el que sufra se vaya, no lo harán por eso callan, los que dijeron que sí y no la aprobaron dejan que un hombre sea detenido después de cuidar a su esposa durante treinta años, sufriendo ella y sufriendo él. Basta de hipocresía, basta de filmar una vida de dolor, basta de prometer para luego no hacer, basta de ser una sociedad que permite grandes avances tecnológicos comerciales y tantos y tanto otros… para después no legislar lo verdaderamente importante.
Como hemos oído durante años, cómo seguimos oyendo, cómo nos queda por oír: estamos en Europa, hemos estado en guerras, somos aliados, queremos estar en la ola, pero la realidad es que vamos más de veinte años detrás de Holanda.