Elecciones salpicadas de barbitúricos

Una campaña electoral, como la que estamos “padeciendo”, actúa sobre una sociedad, ya de por sí adormilada, como aquellos fármacos “barbitúricos” cuya acción principal es la relajación y la somnolencia.

Una sobredosis de soluciones, cada cual más ficticia o imposible, produce, de momento, el efecto perseguido, es decir la sedación barbitúrica de las masas mitineras, enfervorecidas y cegadas por la multitud de banderas y pancartas que les impiden contemplar el escenario real...

Soñar, bajo los efectos barbitúricos “asamblearios”, que propuestas de soluciones inalcanzables solucionarán el futuro, solo traerá consigo despertares depresivos con soles entristecidos y cielos de grises nubarrones...

Sentados en las plazas con nombres de “futuros” o “pasados”, olvidables, dejaremos rodar lágrimas llenas de desilusión... y, mirando alrededor, contemplaremos los parques repletos de sueños rotos por culpa de promesas llenas de barbitúricos interesados...

¡Asamblearios de mítines electorales!, pasados estos días, la vida seguirá llena de “mileuristas” porque “volar sin alas... volar sin alas... solo da para soñar, no para vivir”.