La fuerza del centro

Garicano, Rivera y Soraya Rodríguez Efe

Solo Ciudadanos encarna el centro meridiano de nuestro espectro ideológico. A pesar de lo que digan interesadamente quienes intentan polarizar las sensibilidades ideológicas, los de Albert Rivera se sitúan en el espacio que debe gobernar nuestros destinos: el de la moderación y las políticas liberales que garantizan el estado del bienestar para todos. 

Unos, la versión spanish de Trump, (y hasta diría sus socios), no hacen sino proponer todo aquello que se inventó el presidente americano en una imitación que no se si sonroja más que asusta. Armas, muros, machismo y a este paso se tintarán todos el pelo de rubio pollo. 

Otros, capaces de vender a Puigdemont, Rufián y Otegui hasta su ropa interior, solo aspiran a ocupar la Moncloa para seguir gastando a manos llenas y dejar en las arcas públicas un hedor a corralito que aún da más miedo que los de la otra punta. 

Necesitamos que el centro se ensanche, y hoy solo Ciudadanos se sitúa en ese equidistante meridiano. Lo digo con certeza, con autoridad, la que me da el saber que como servidor público solo Ciudadanos ha mostrado un compromiso fiel, firme y férreo con la garantía de los derechos de los ciudadanos sin abandonar sus convicciones ideológicas liberales garantes del futuro de nuestros hijos.

Y solo con votos puede ganarse este centro que es el sustento del futuro de nuestra democracia, democracia que está seriamente amenazada por los nacionalismos excluyentes y por los populismos de uno u otro signo que obvian y hasta usan las amenazas soberanistas para mordisquear su parte del pastel. 

Ahí va mi símil futbolístico: los grandes campeones de la historia del fútbol han sido siempre los equipos que tenían un centro del campo fuerte, compensado, un centro que conectaba con la delantera y defensa con solvencia, que trabajaban en equipo y eran capaces de sacar lo mejor de cada jugador. Además siempre tenían un jugador histórico, capaz de desequilibrar un partido por sí mismo, un futbolista que agarraba sin dudas el balón para tirar el penalti del último minuto que decidía el campeonato. 

Ciudadanos tiene su fuerza en el centro, ahí es donde controla el juego con solvencia. Además, tiene un jugador capaz de decidir el partido en una genialidad: Albert Rivera.