Cuando los godos tomaron el trisquil (primera parte)

Los Reyes Católicos.

No era el presidente estafermo el que anunciaba en sus discursos que España era la nación mas antigua de Europa por el espíritu de modernidad y concepto de estado que la unificación de los Reyes Católicos supuso en la configuración de la geopolítica europea de aquella época. 

Yo creo que si a España se le pudiera adjudicar esta medalla sería por aquella otra unificación que se hizo en aquel otro momento, donde sí fuimos el Faro de Occidente, cuando mas parecía que el antiguo esplendor de este iba a extinguirse para siempre en los largos siglos de tinieblas de la Edad Media. 

Eran los tiempos de tiempos de Chindesvinto, el mortal mas longevo que pudo tomar corona, pues tenía, según las crónicas de la época, casi ochenta años cuando asumió la tarea de pacificar un reino que se disolvía en luchas intestinas interminables entre diferentes facciones. Los tenía bien puestos aquel señor a pesar de su edad, pues la impiedad con la que trato a todo el que se le opuso fue celebre, pues descabezó a tantos en tan pocos días, casi mil en muy pocas noches, demasiadas, como siempre, pero el precio de la esperada paz... Pues bien, este y su hijo, Rencesvinto, además de la dama Riciverga, hicieron que una paz desconocida y duradera se implantara en este reino.

Eso hizo que el esplendor y la abundancia conseguidas fueran inmensos. España, durante esos casi cuarenta años, proyectaba el inusitado Renacimiento de Roma. Aquí era el único lugar del planeta donde había un estado o nación, que al igual que aquel Imperio, tenía unas estructuras de gobierno que proporcionaban bienestar,  prosperidad y seguridad a su ciudadanía. Aquí, se mantenían y ampliaban las calzadas y acueductos, lo que se había heredado de Roma; se cuidaban y vigilaban los puentes y caminos, se recaudaban impuestos; alrededor del rey había un aparato funcionarial y militar, con una eficiencia y solvencia que superaba a las instituciones que pudiera tener el emperador de roma. Eran casi como una nación moderna de las de ahora, un reino muy rico y seguro, que no tenía nada ver con el caos y la desolación que imperaba en los reinos que le rodeaban.

Además de todas las excelencias que he relatado que nos muestran la grandeza y esplendor de aquel reino que podría considerarse como el depositario del fuego de Occidente, que se extinguía con el declive permanente y definitivo de Roma

Aquellos dos excelsos reyes godos, además, hicieron algo que nunca se había hecho hasta entonces en ningún lugar de Europa y que creo y opino, es la base de cualquier estado moderno que se precie: la creación de una misma ley para todos, con un cuerpo judicial al servicio de ella.

Antes de estos dos reyes se puede decir que había dos derechos, uno para los hispano-romanos, y otro para la élite gobernante y militar de los godos, pero después de ellos el Derecho se unificó y universalizó en un código que aunaba el ordenamiento del Derecho Romano con el derecho consuetudinario germánico, creando lo que se conoce como "Liber Iudiciorum", o libro de los jueces, que nos dio una modernidad como nunca habíamos conocido hasta entonces.

El fuero Juzgo, como también se le conoce, creo yo, es la base sobre la que se proyectara la grandeza como nación, estado o imperio universal, que tendremos ochocientos ochenta años después. Fue esa ley la que hizo que la Edad Media en España fuera distinta a la del resto de Europa, pues aquí nunca se perdió el espíritu del imperio de una ley fuerte y justa para todos, con unas reglas que establecerán la limitaciones, obligaciones y derechos de cada uno, incluido el rey, pues también este estaba sometido a una norma acordada, y que es la base de la concepción moderna del mundo, la de que hay solo dos mundos o únicas civilizaciones posibles: los dos grupos territoriales que siempre han existido y que son los que pertenecen al grupo de los que tienen reglas que se crean, se acuerdan y se corrigen entre todos y la de los que la única regla que existe, es la que imponen los fuertes y poderosos que someten a los débiles e indefensos.

De lo que quiero hablar es que los acontecimientos principales de aquellos tiempos tan lejanos, son muy parecidos a los de ahora. Fueron los tiempos de un tirano sanguinario y su hijo un pacificador y conciliador, como no había habido otro, más o menos como ahora, si consideramos que el pacificador del tiempo de ahora, aún esta con nosotros. Y lo que se desprende de esta coincidencia es que las contradicciones que hicieron desaparecer aquel reino, son las mismas que ahora nos amenazan y a las que estamos expuestos y es que  la codicia y la mentira brillen mas que la verdad y la generosidad.

Y por todo, ello creo que somos la nación mas antigua de Europa, pues solo entonces a partir de entonces cuando comenzamos a saber qué era ser libres, pues hasta entonces siempre habíamos estado sometidos.